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Taeil tenía algo de que hablar con el príncipe Renjun y éste le ofreció hablar en su habitación ya que ahí tenían más privacidad.

—De qué hablaste con mi padre? — preguntó Renjun curioso.

— De algo que no me corresponde decírtelo — respondió Taeil para luego suspirar — Lo que te puedo contar es que.. a tu padre le echaron una maldición.. es por eso que va a morir.

Renjun estaba impresionado.. ¿Quién desearía la muerte de su padre?.

— Pu-puedes deshacerte de esa mal-maldición? — preguntó.

Taeil negó con la cabeza.
— No puedo.. aún soy novato en esos temas, si lo intentó sin saber mucho puedo adelantar su muerte.. lo único que les aconsejo hacer es aprovechar que sigue vivo.. — Renjun trago saliva a lo que ha dicho el mayor.

— Yo.. yo no sé que decirte — el príncipe se sentó en la orilla de su cama para tapar su rostro con ambas manos.

Taeil se acerca a él y se pone de rodillas, agarrando sus muñecas suavemente para apartarlo de su rostro y para que lo mire.

— Tú padre me ha encargado de cuidarte a ti y a tus hermanos.. — Taeil sonríe — yo tengo una misión que el rey me mandó a hacer, así que.. me iré nuevamente del pueblo.

— Pensé que te quedabas?. — Renjun hizo un mohín con sus labios.

— Y vendré a quedarme — le pellizca de la mejilla — Cuando te pongan a la corona.

Taeil se levanta. Renjun lo siguió con la mirada.
— ¿Qué es lo que pasa?!, ¿Quién es el enemigo de mi padre y será mi enemigo en el futuro? — preguntó Renjun cansado de tanto misterio.

— Príncipe Renjun.. — Taeil lo toma de los hombros — No tienes que preocuparte.. eres el príncipe futuro rey omega más capaz, fuerte y valiente que he conocido jamás.. nada te va a pasar como le sucedió al rey.. no si yo lo permito.. para eso iré lejos nuevamente, para aprender más rápido y evitar futuras maldiciones a la familia real Huang.

Renjun no le dijo nada y simplemente lo abrazo, tomaría en cuenta su consejo y pasaría los días al máximo con su padre.

Taeil se fue nuevamente del palacio, Renjun estaba un poco confundido, triste. Cansado de tan solo pensar que asumirá al trono tan pronto y joven.

— Hola padre — saludo Renjun cuando el rey permitió la entrada a la habitación.

— mi hijo... ¿Taeil ya se fue? — preguntó y Renjun asintió — No te pongas triste por mi.. tienes que disfrutar tu juventud.

— ¿Cómo quieres que no me ponga triste?, Su majestad — Renjun se sienta en un pequeño sofá a lado de la cama. — Yo quería que vivieras por muchos años más..

— Si lo que en realidad te preocupa es el reinado.. no te preocupes.. te recuerdo que yo ascendí cuando tenía veinte y tú ya tienes veintidós. — le recordó su padre y Renjun asintió. — También tendrás a tus alfas para que te ayuden. Mi hijo.. estoy tan orgulloso de ser tu padre.

Renjun se encontraba derramando lágrimas por las palabras de su padre.

— Eres muy capaz de todo — el rey sonrió débilmente — Eso lo sacaste de mí.

Renjun soltó una risita por el cierto tono de ego que escuchó del rey.

— Sicheng se parece más a tu madre.. en actitud — aclara el rey — Pero tu tienes mi actitud y la belleza de tu madre.. eres idéntica a ella.

— amabas mucho a mi madre — Renjun preguntó ya que hablaban de ella.

— No te imaginas cuánto.. — el rey miró el techo de la habitación con una sonrisa al recordar los momentos que había pasado con ella — Si el consejero real no me hubiera dicho que debía tener un harén, ella sería la única que tendría, mi único amor y solo ella sería madre de mis hijos.

El Harén de Renjun. [omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora