El Harén de Renjun. [omegaverse]

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Jaemin despertó cuando Renjun se removía en la cama, había dormido sin que se diera cuenta con el príncipe, percibió toda la habitación se llenaba de su aroma de durazno, uno fuerte y demasiado dulzón.

Se sorprendió y rápidamente tapó su nariz, el celo del príncipe había llegado.

—Jae-Jaemin.. vete — dijo difícilmente Renjun, sudor bajaba haciendo que sus cabellos se mojaran y se peguen por su frente — Lla-llama a mis no-nobles de compañía..  Dejun y Shotaro.

Jaemin no tenía idea de quién eran ellos, así que se levanta de la cama con el poco autocontrol que le quedaba y salió de la habitación. No sabía hacia donde ir, o donde se encontraba aquellos omegas (o beta) no lo sabía.

Así que se dirige en busca de alguien que pueda ayudarlo así también ayudar al príncipe. Miró el gran reloj que colgaba, aún era de madrugada, eso de las tres de la mañana.

Suspiró de alivio cuando se encontró con el guardia real.

— Yangyang! — le llamó y el mencionado se giró a mirarlo.

— Joven Na, ¿Qué pasa?. — preguntó tranquilo.

— El príncipe.. — Yangyang se alertó — llegó su celo y me pidió para que le llamara a sus nobles de compañía pero yo no sé quiénes son ellos ni sé dónde están sus aposentos.

— Tranquilo Jaemin — dijo Yangyang por qué el pelirosa había hablado muy rápido y el guardia real apenas lo entendió — Te voy a ayudar.. sígueme.

Entonces Yangyang olvidó  por un momento que no soportaba a ese alfa  y fue a buscar a aquellos omegas para que se hiciesen cargo del príncipe.

Cuando fueron a las habitaciones de los nobles de compañía del príncipe y les aviso, Shotaro fue por supresores y agua y Dejun fue a la habitación del príncipe.
Yangyang también se dirigía ahí, hasta que Jaemin le agarro del brazo.

— ¿Donde crees que vas?.

— Voy hacia el pasillo en donde se encuentra el aposento del príncipe — respondió Yangyang — voy a hacer guardia frente a su puerta, soy el único que puede mantener el autocontrol y sus ferómonas no me afectan.

Jaemin gruñó, ese alfa ni siquiera formaba parte del harén de Renjun.

— Cómo estas tan seguro de que no perderás el control?.

Yangyang rodó los ojos, «uff que celos» pensó.
— Por qué llegue a estar en la misma habitación que él, estando el príncipe en celo.

Los ojos de Jaemin se volvieron rosados, la piedra mágica no solo afectaba el color del cabello, si no también el color de los ojos de su parte animal.

— Pero tranquilo, si quieres.. puedes venir conmigo, aunque con el mínimo descontrol.. te corto la cabeza. — Dijo Yangyang sonriendo como si no hubiese dicho que lo mataría.

Jaemin suspiró y simplemente negó con la cabeza, para luego dirigirse hacia la habitación que le fue asignada en el palacio.

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Ya han pasado cuatro días de aquello, el rey se enteró de eso y decidió atrasar el viaje hacia el reino Lee por qué Renjun iría con él.

— Su majestad, ¿El guardia real por qué no vendrá con nosotros? — preguntó el príncipe ya que cuando se despedía de sus joyas, Yangyang se despidió de él deseándole suerte.

— Tiene que vigilar el palacio.

— Pero siempre viene conmigo a cualquier parte..

— No te preocupes, príncipe, no vamos a tardarnos en el reino Lee — dijo el rey e hizo un gesto para que su hijo lo abrazará.