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Pov's T/n Barnes
Entré al complejo nuevamente, pensando en ella, en Wanda Maximoff, la acabo de tener frente a mi hace unos momentos pero la llevo en mi mente. No sé que me ha hecho, ha logrado que pueda entablar con ella una conversación de más de cinco minutos cuando eso solo lo hago con mi padre y mi hermano... Y bueno, con Pietro. Quizá él tenía razón y los Maximoff ablandarian mi corazón de piedra.
— ¡Ey! Te estaba buscando — escuché la voz de mi padre detrás de mi.
— Estaba en el jardín, necesitaba estar... Sola. Pero alguien no me lo permitió.
— ¿Quieres hablarlo conmigo?
— No. Suficiente del tema por hoy — él asintió.
— ¿Hablaste con Wanda? — preguntó y yo asentí.
— Quiso leer mi mente, y estoy segura que la de ustedes también — le comenté.
— Es posible. El día del interrogatorio con Fury sentí dolor de cabeza como si alguien...
— Intentara pasar la barrera — lo interrumpí — Está confundida, y también está sufriendo. Lo ví en esos ojos.
— Solo analizas de esa forma a Luke y a mí ¿Te pasa algo con ella? — Pregunta dejándome sin palabras.
— Yo eh... — intenté disimular los nervios que habían invadido mi cuerpo — Es la hermana de Pietro, prometí cuidarla si él moría.
— Lo que creo es que estás flechada, no tengo pruebas pero tampoco dudas.
— ¡Ay! Por Dios, la conocí hoy, eso es imposible y raro — hice una mueca.
— ¿Qué es raro? — apareció Luke de la nada.
— ¡Carajo! — gritó papá — deja de hacer eso, no sé cómo tú hermana ni se mueve.
— Ella es un tempano de hielo — contesta mi hermano.
— Pues una chica Sokoviana parece que lo derritió — bromea papá — eso es de lo raro que hablamos.
— ¿QUEEE? ¿WANDA? ¿LA HERMANA DE PIETRO?
— Podrías bajar la voz Luke James Barnes — le tapé la boca — no le hagas caso a él — señalé a papá — su melena le ha afectado la única neurona que le dejó HYDRA, deberías cortarla.
— Ni de broma — se defiende — y antes de que sigan les mostraré su habitación.
Con las únicas personas que me gusta bromear y hablar de todo es con ellos, me siento segura, me siento feliz y dejó caer mi barrera.
Caminamos por un largo pasillo, de verdad esto es demasiado grande, hay varias puertas con los nombres de cada dueño, llegamos a la que tenía mi nombre, justo frente a la de Wanda y en medio de la habitación de Yelena y Natasha. Papá abrió dejando mostrar lo que hay por dentro.
