«Abrazo»

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Abro el portal esta vez sin ninguna dificultad y aparezco en el living del complejo.

Creo que a Strange no le gustará para nada saber que vine directamente hasta aquí, debe estar esperándome en el santuario, pero para ser sincera, quiero hacerlo enojar un poco.

Sonrío imaginando la cara que pondrá y niego varias veces divertida mientras camino directo a las habitaciones en busca de Wanda.

Debo enfrentar todo esto ahora y no será nada fácil.

Me doy cuenta que si o si debo pasar por la cocina, donde para mí mala suerte me encuentro a mi madre con Melina quienes están haciendo muchas cosas para comer, la cocina está hecha un desastre.

Y ellas también.

— T/n — nombra la rusa al verme y mi madre quien no me había visto llegar deja un momento lo que estaba haciendo para centrar su atención en mí.

— Melina — le doy una medio sonrisa — ¿Qué clase de huracán pasó por aquí? — cuestiono pasando mi mirada por ambas.

— Oh cariño, pensamos que regresarías un poco más tarde — sonríe y siento una gran calidez ante las palabras de la rusa.

Ella definitivamente es diferente a lo molesta que es su hija mayor.

— Estamos cocinando para hacerles una gran despedida — se apresura en decir mi madre mientras niego varias veces.

— No tenían porque haberse molestado, tampoco es como que no vayamos a regresar.

— Bueno… eso le dije a tu madre pero claramente es un poco testaruda — habla Melina dulcemente mirando a mi madre con mucho cariño — insistí en que podíamos ir a visitarlos después, pero como siempre… hizo caso omiso a mis palabras — el gesto en su rostro sigue siendo suave — así que quiso hacer un almuerzo y un pastel para ti y tu hermano, por su cumpleaños, no me lo has dicho pero sé lo que estás intentando — las observo frunciendo el ceño.

— ¿Haber… Según tú ¿Qué es lo que estoy haciendo?

— Tienes miedo de perderlos y que la última vez que los veas…

— Melina… — reprocha mi madre

— Solo trato de…

— Agradezco mucho el gesto — interrumpo a la mayor sonriendo medianamente tratando de parar una posible discusión en la que no quiero estar en medio — a mi hermano también le agradará, le gusta siempre celebrar nuestro cumpleaños juntos — las dos mayores sonríen dejando de lado sus reproches.

Se ve que se quieren muchísimo, noto muy feliz a mi madre con Melina y a Melina con ella, y aunque silenciosamente me jodan sus acciones del pasado y el que no esté con papá, es bueno verla feliz.

— ¿Cómo fue la clase con Strange?

Me saca de mis pensamientos mi madre

— ¿Eh? — pregunté confundida dándome luego un palmazo mental por no recordar que nadie sabe que no estuve precisamente con Strange casi toda la mañana — Bueno… me fue ¿Bien?

Mi madre sonrió con suficiencia

— No fuiste con Stephen ¿Cierto? — siguió hablando mientras se dirigía a lo que estaba haciendo, lo que me hizo poner nerviosa de inmediato — puede que no haya estado en tu vida durante un tiempo, pero una madre conoce a sus hijos perfectamente, y yo te conozco muy bien cariño, sé que no le das una oportunidad a las personas así como así.

— No le he dado ninguna oportunidad al mago

— Lo sé, lo que me lleva a concluir que lo necesitabas y por ende tu cercanía con él — comienza a cortar algunas cosas que le faltaban — conozco bien a Stephen como para saber que aceptó ayudarte porque quiere agradarte, de hecho eso lo sabría cualquiera — ella suspiró mirandome ahora dulcemente, quizá con la misma mirada que Melina me dio hace un rato — ¿Qué te dijo?

HECHA PARA TI (WANDA MAXIMOFF)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora