«Eres imposible»

783 86 37
                                    


— Auch, joderrrr.

Tomé el zapato del suelo y busqué a la ojiverde observando cómo sale de su escondite detrás del sofá mirándome sorprendida.

— ¿Me acabas de golpear con un zapato? — pregunté con ironía.

— Pude haberte hecho algo peor si no hubiese reconocido el sonido del portal y luego tu voz y la de Strange ¿Qué haces aquí T/n? — camina hacia mí quitando el zapato de mi mano y yendo a su armario por otros que se veían mucho más cómodos.

— ¿Reconociste mi voz y aun así me tiraste un zapato?

— Eso fue lo que oíste

— Oye, me esperaba un recibimiento un poco más… amable de tu parte.

— Te hice una pregunta — habla bastante seria lo que me hizo colocar los ojos en blanco — fui muy clara con Strange cuando le dije que no quería ningún contacto contigo, mucho menos verte.

— Si, me dió tu mensaje pero ¿Qué crees? como toda joven rebelde no acato órdenes y mucho menos si vienen de él — la miré atenta mientras se colocaba los zapatos y me senté en el sofá colocando mis codos en las rodillas y jugando con mis manos — necesitamos hablar, Charlotte.

La escuché reírse tan amargamente que un escalofrío logró recorrer mi espina dorsal.

— No tenemos nada de qué hablar, yo no tengo nada que hablar contigo.

— Pues yo sí, y creeme que no me iré de aquí hasta que no hablemos, no aprendi hacer un maldito portal con el ridículo anillo de Strange para simplemente regresar igual — alcé levemente la voz — no le mentí a mi novia como para ahora irme sin hacer lo que vine a hacer.

– Deberías regresar con ella, CON TU NOVIA — remarcó — podemos hacer como que no estuviste aquí.

— Siéntate a mi lado — ignoré lo que dijo.

— No

— Hazlo Charlotte

— No

— Hazlo o te traeré a este estupido sofá a las malas.

— Quiero ver si quiera que lo intentes

Sin pensarlo dos veces y sin saber cómo tuve el valor, me levanté y caminé a grandes pasos hacia ella tomándola del brazo y llevándola en dirección al sofá.

Cuando la senté bruscamente sus orbes verdes estaban tan abiertos mirándome con incredulidad y aún más sorprendida cuando me senté como si nada.
Quería decir algo, pero su boca se abría y se cerraba en un intento fallido de articular palabra.

Así que supongo que lo primero que se le pasó por la mente fue darme una bofetada bastante sonora y levantarse nuevamente del sofá, haciéndome imitar su acción.

Cerré los ojos mientras gruñía y pasaba las manos por mi mejilla adolorida.

— Eres imposible — dije abriendo los ojos y mirándola nuevamente con los ojos ardiendo, supongo que cambiaron de color.

— Yo… yo… T/n — caminé hacia ella sin pensarlo haciendo retroceder sus pasos varios metros atrás.

— No digas nada ahora charlotte y solo escúchame atentamente porque lo que te voy a decir no te lo volveré a repetir en la vida — jadeó cuando chocó contra una pared y la acorralé colocando mis manos a los costados de su cabeza dando un golpe a la pared y quedando a centimetros de su rostro — no he podido dejar de pensar en ti, no he podido sacarte de mi cabeza ni un puto segundo despues que me fui de aqui, no sé lo que me has hecho, no sé que carajos, pero lo que jodidamente sea me tiene tan confundida que no doy ni siquiera para mirar a los ojos a mi novia sin sentir remordimiento, he tenido sueños contigo donde jodidamente besaba cada parte de tu piel, donde te hacia la promesa de cuidarte siempre, un sueño donde incluso daba mi jodida vida no solo por Wanda si no tambien por ti, preferia morir yo antes que ustedes joderrrr y cada vez que escucho pronunciar tu nombre a cada uno de los vengadores me paralizo completamente que no puedo ni siquiera moverme, no sé lo que me has hecho pero lo que sea que hiciste, no quiero que pare, no quiero — negué intentando calmarme — y se que esta mal, esta muy mal porque amo con mi vida a mi novia, amo a Wanda con mi jodida vida, pero… — tomé aire y cerre los ojos sacando todas las lagrimas retenidas — pero tambien te amo a ti, te amo a ti y necesito aclarar la manera en la que lo hago.

HECHA PARA TI (WANDA MAXIMOFF)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora