Camino cruzado.

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Ayer fue extraño estar en esta casa sin ellos presentes, es como si los viera rondando por las habitaciones, es como si esos momentos vividos los tuviera aquí en el presente; mi hermana con esa bandeja de solomillo relleno dirigiéndose al salón. Sentándose en el suelo conmigo para jugar a la Play, amamantando a Samantha... Se les siente en cada rincón. Lo que me hace echarla más de menos, hundirme más en ese baso del cual no paro de moverme para salir, lo intento con ansia pero es imposible, no puedo... Simplemente, no puedo.

Siento la suave madera de las escaleras acariciar mis manos, parece que estoy en el pasado, como una primera vez en la que te presentan su hogar para que te sientas en el tuyo mismo. Subiendo cada escalón con cierta pesadez, no es cansancio, es algo más interior. Elisabeth lleva a Samantha ayudando a mi madre con nuestras cosas y las suyas propias.

Elegimos nuestras habitaciones lejos de Susan y Sam, no queremos tocar su habitación, al menos yo, soy incapaz de dar un paso hacia allí sin ahogarme, el propio cuerpo se resiente al simplemente pensarlo, como una negación interna.

—¿Mamá puedes dormir conmigo esta noche por favor? Soy de nuevo, esa niña con miedo que apenas podía dormir sola.

—Voy a dormir con Samantha cielo, necesito estar sola... Por favor... Asentí porque la conozco perfectamente, está hundida.

—Duermo yo contigo. Comenta Elisabeth buscando una aprobación que sale de mis ojos rojos y ahogados. —Está bien, vamos.

Ambas nos metemos en la habitación que había preparado mi hermana para mí, cuando discutía con mamá me iba con ella me desahogada y al final me quedaba a dormir hasta el día siguiente que mamá venía a por mí casi de la oreja, pero al menos se quedaba tranquila, sabía que estaba bien y con la tata.

Elisabeth deja nuestras cosas en el armario y coloca lo demás en cajones y mesillas. Esta muy atenta a todo la verdad, y atenta de mamá qué ahora mismo necesita mucha atención.

—Voy a cambiarme al baño ¿Vale? Asentí mirando el móvil después de tres días de pasotismo. —Cámbiate mientras Selena.

"Apágalo" Grito varias veces empujando a mi acompañante de cama. —¡Apágalo!

—No, levanta. Es ella es Elisabeth, se ha quedado toda la noche conmigo. —Tenemos clase, y te recuerdo que es obligatoria. De nuevo su talante.

—Gracias. Susurro sentada en la cama mirando al armario.

Elisabeth me mira un momento y sonríe asintiendo.

Me preparo para volver, me preparo para las preguntas de Jack y Lensi, le preparo para discutir con los profesores por no querer dar explicaciones, y aunque mi madre ya las abra dado, no serán suficientes porque ellos siempre quieren saber más, más de lo que deben.

Al bajar, después de ducharme y vestirme mamá, Samantha y Elisabeth esperan en la barra de la cocina mi llegada para desayunar. Mamá a echo tortitas con chocolate, sabe que son mis favoritas.

—Gracias mamá. Le doy un beso a Samantha que tiene la cara llena de trozos de tortita y chocolate.

ℬℯ𝒻ℴ𝓇ℯ𝓁𝒾𝒻ℯDonde viven las historias. Descúbrelo ahora