Esa noche mamá realizó su operación con éxito, la niña salió perfectamente de la operación, la dejaron en la rea (unidad de reanimación). Se encargan básicamente de controlar las constantes del paciente, que todo esté correcto, la reacción de su cuerpo a los medicamentos y a la operación. Ha llegado a eso de las seis mañana, oliendo a sangre y plástico, por lo que al llegar sea duchado sin tan siquiera decir hola.
Se que Elisabeth estaba despierta porque al abrir los ojos aquí no había nadie, así que imagino que han hablado antes de que mamá se fuese a la ducha. Anoche no hablamos ni nos dijimos nada, espere en mi cama a sus normas, e incluso esperaba que no durmiera conmigo dada la situación.
Me contó que estuvo con Samantha en el parque, y que en un momento de pensamientos internos, recordó, o mejor se hizo a la idea, de que Sam ya no estaba aquí, creo que hasta ahora no lo había pensado detenidamente, cuidar de la pequeña evitaba recordar o entender que su hermano había muerto. Mientras la pequeña jugaba Elisabeth se quedaba hipnotizada recordando al hombre con el que se había criado, recordando que ambos habían sido más que hermanos, habían sido mejores amigos, como yo con mi hermana. Ahora cuidaba de su hija a la que dedicaría todos los días de su vida, y a la que le daría lo mejor, pero, el ya no estaba, ese amigo al que llamaba cuando algo iba a mal, o iba bien, ya no estaba.
Podía marcar su número y escuchar su voz en el contestador pero jamás obtendría respuesta. Aún sabiendo que eso pasaría, Elisabeth me contó haberlo echo. -Marqué su número por última vez.- Escucho su voz y al principio su cuerpo se tenso, sin saber que hacer ni que decir. -Supe que esa voz querría grabarla por el resto de mi vida en mi mente.- Hasta que la compañía diera de baja la numeración. O diéramos el consentimiento.
-Hola soy Sam ahora mismo... No puedo atenderte deja tu mensaje y te llamaré más tarde, gracias.
-Sonaba serio pero al mismo tiempo, como mi mejor amigo.- Quiso colgar, pero el miedo la pudo, el miedo a no superar esto, a no superar que su hermano, estaba muerto, y que por mucho que quisiera, así era. -Ojala estuvieras aquí, mi Sam.- Dejo un mensaje en el contestador pensando que quizás alguien en un futuro lo escucharía, quizás Samantha, y entendería toda esta situación. -Tienes una hija preciosa que está creciendo como una campeona, es lista, buena, cariñosa... Es tu. Mi amigo, mi hermano.
Me contó que una mujer se le acercó y le tendió un pañuelo con el dibujo de unas rosas rojas que le llamo mucho la atención, esas flores en las preferidas de si hermano, de echo, antes de todo esto, tenían rosas rojas plantadas en el jardín.
-Fue una señal. -Dijo con lágrimas en los ojos.
Entonces samantha se acercó, y muy dulcemente como ella es, le acarició el rostro limpiando aquellas lágrimas que caían. Sonrió y le lanzó un beso.
Elisabeth sonrió a la pequeña cogiéndola en brazos, mirándola a los ojos sintiendo como esa pequeña ahora era el amor de su vida, porque sería a la persona que más querría para siempre, y a la que vería crecer a su lado. -Tu, eres lo más importante, si tú estás bien, todo está bien.- Le dijo en varias ocasiones mientras la mecía.
Al llegar a casa a penas dijo nada, y el encerrarse en mi habitación me dolió bastante, pero al abrir la puerta casi comerme el suelo y que ella me parase, me di cuenta de algo. Como bien le dije a mi madre no querría separarme de ella nunca. Ver así a Elisabeth, tan sensible y natural me dio que pensar. Quizás, no somos tan diferentes.
"Necesitamos normas" esas palabras me dieron miedo.
Pero apenas hablamos de eso, como he dicho Elisabeth me contó su día, la abrace y nos quedamos dormidas así hasta que ha llegado mamá.
No hay clase es un día libre por fin, el finde, la fiesta maravillosa para algunos privilegiados que aún no trabajamos y qué maravilla a los que trabajan porque les envidia que nosotros libramos y ellos no, jajajaja. Es broma. Si mi.madre me escuchará me mataría.
-Buenos días. -Saludo a dos mujeres que hablan de sus cosas mientras toman café, aunque el ambiente es diferente, más... Amistosos, más calmado. Elisabeth se atrave a sonreirme delante de mamá, y mamá no pone caras raras, se dedica a saludarme con una sonrisa que hacía años no veía.
Samantha como siempre está con los dibujos y sus dinosaurios, es increíble porque utiliza una tablet que le compro mamá para buscar los nombre y las características básicas de dichos animales. Es muy inteligente. Normalmente un niño de once meses no sabe deducir que para obtener más información lo tiene que buscar en "Google".
Saludo a la pequeña dandola muchos besos y haciéndole pedorretas con lo que dos segundos la casa se convierte en risas.
-Pada... No... Titi pada... Jajajajaja...
Me encanta la sonrisa de los bebés, porque es una risa que no está dañada, es una risa real, una risa viva.
Aunque aún no habla muy bien. Pero bueno ya para cogiéndole el tranquillo, y con mamá que es muy cabezona al final conseguirá que hable correctamente.
Elisabeth me hace una seña para subir a la habitación, parecemos adolescentes, mi madre se sienta con Samantha en el suelo. -Tienes que hablar bien Samy- Le ha dado por llamarla así.
Al subir las escaleras Elisabeth me besa de nuevo como hacía al principio, de esa forma que anestesia mi cuerpo y me invade la razón. -Te echaba de menos. -Me abraza mi sonríe mientras me empuja con cuidado a la habitación. -He hablado con tu madre, y se que dentro de poco es tu cumpleaños. -"Chivata" -Habia pensado en irnos este fin de semana a la nieve, me ha dicho que te encanta. -Chivata por dos.
-Si si que me gusta, pero... No se ¿Estas segura?
Elisabeth asiente y me vuelve a besar solo que esta vez aún ama delicado. Un poco de esos en los que los labios se pegan de una forma muy tierna pero a ti te hace estar en el quinto cielo.
-Si te apetece podemos ir, tú y yo.
-¿Samantha?
-Samantha se queda con tu madre, creo que necesitamos estar juntas, no hemos tenido ningún momento tuyo y mío. -"Tiene razón" -Prepara la maleta que nos vamos, cariño.
"¿Me ha llamado cariño?" estoy en sock ahora mismo, blanca como la mesa de mi cuarto.
-¿Que pasa?
-Na.. nada... Nada...
-Estas tartamudeando ¿Como que nada?
-¿Me has llamado cariño?
-Si. -Me besa. -Mi amor.
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ℬℯ𝒻ℴ𝓇ℯ𝓁𝒾𝒻ℯ
No FicciónTras la muerte de Susan, Eli intenta ser buena madre y que los servicios sociales no le quiten a su pequeña, pero todo sele complica ya que tiene que compartir la custodia con la joven Selena. ¿Serán capaces de quedarse con la niña? ¿serán capaces d...