Mas de lo que aposté ||KookV||

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Capítulo contiene escenas +18
Jungkook: 23 años
Taehyung: 19 años

Ese día todo se le había juntado a Taehyung, Blu había estado con sus comentarios fuera de lugar, sus padres con pensamientos retrógradas y Jungkook queriendo siempre imponer su voluntad sobre él, dándole consejos que solo se debían aplicar con las demás personas porque él era la excepción.

Taehyung se dio la vuelta siguiendo a su padre, dejando a Jungkook atrás, sus pies jamás se habían movido tan rápido; le había gritado a Jungkook y a su mente solo vino el vivo recuerdo de la última vez que lo hizo y se llenó de miedo; no quería que eso pasara de nuevo.

Blu y su madre se encargaron de la cena, Taehyung ayudo a acomodar la mesa, mirando hacia la ventana repetidas veces, estaba oscureciendo y Jungkook no había regresado, al principio los disparos hicieron presencia, después sé disiparon logrando que poco a poco el lugar se quedará en silencio, se escuchaba la televisión, el ruido de la flama de la estufa, el tic tac del gran reloj en la sala, todo retumbaba en su cabeza, había cometido un tremendo error y la ansiedad por no saber cómo corregirlo le estaba jodiendo la cabeza.

Comenzó a temblar y un plato terminó en el suelo al resbalarse de su mano, ocasionando un terrible estruendo.

- Taehyung... -Blu se acerca preocupada-

- ¿Qué carajos Taehyung? -su padre se asomo- ni poner un maldito plato puedes

- Lo siento -se apresura limpiando la lágrima que amenazaba con salir- se me resbaló, yo...

Blu comenzó a ayudarle a recoger las piezas del suelo.

- ¿Estás bien? -susurra-

- Si... -no se atreve a mirarla- Solo se resbaló, perdón yo...

- Tae, cálmate -toma su mano- estás temblando, ¿Qué pasa? -niega- Tae...

Taehyung se levantó de golpe corriendo al baño, se encerró, las lágrimas comenzaron a adornar su rostro y después sintió una gran arqueada que logro que se arrodillara frente al inodoro, vomitando, siempre había diferentes formas en las que su ansiedad se presentaba; pánico, miedo, no poder respirar y hoy había descubierto una nueva; vomitar.

No era el alimento que había ingerido, solo líquido, líquido espeso y ácido que le quemaba la garganta, las lágrimas desendian por sus mejillas de la fuerza que hacía. Se dejó caer sobre la pared llorando, abrazado a sus piernas intentando no hacer ruido.

Era tanto por procesar.

Desde el maldito día que Jungkook regresó y se besaron dentro de los vestidores su cabeza comenzó a jugarle sucio, ¿Porqué carajos su cuerpo había reaccionado de esa manera?

Coloco una barrera y no le permitió que lo besara por una semana, para ver si de esa manera lograba olvidar aquella sensación entre sus piernas pero en cuanto volvió a tocarlo, regreso y aún más fuerte.

Tenía miedo de Jungkook, pero le daba más miedo lo que le hacía sentir.

Se suponía que él tendría que tener el control, que él sería el ganador en este juego de azar, pero entre más avanzaba se sentía más perdido y confundido que nunca. Jungkook tenía un poder inimaginable sobre él, Taehyung tendría que luchar por no dejarse envolver, sino no habría vuelta atrás.

Minutos más tarde su respiración se controlo, se levantó, enjuagando su boca y limpiando de su rostro el camino de lágrimas secas para por fin después salir.

Cuando entro al comedor las miradas se fueron sobre él, todos se encontraban sobre la mesa incluso Jungkook estaba ahí.

- ¿Qué esperas para sentarte Taehyung?