Capítulo 2

69 11 6
                                    

"No tienes derecho"

Andrew

Sabía el riesgo que corría al irme, di todo por perdido cuando abordé aquel avión con destino a Londres. La di por perdida a ella. Pero una cosa es imaginar lo que podía pasar y otra totalmente diferente presenciarlo con mis propios ojos.

Imaginarme a Suelym en brazos de otro me provocaba una angustia tremenda. Esa noche, verla frente a mí con Roy, tejió un nudo en mi pecho que me dificultaba respirar y amenazaba con hacerme estallar. Estaba a punto de mandar años de terapia a la basura, pero lo valdría, golpearlo hasta hacerle escupir los dientes definitivamente valdría la pena. Y estuve a punto, pero Amy se atravesó en mi camino, con el ceño fruncido y los ojos llameantes en enojo.

—No tienes derecho —dijo, y sus palabras me golpearon con la misma fuerza que aquel beso porque, como de costumbre, Amy tenía razón.

—Tú no entiendes —murmuré.

—Lo hago —contradijo.

No, ella no entendía. Poniendo mis celos de lado, Roy no podía estar cerca de Suelym de ninguna jodida manera, no podía correr el riesgo de que la inmiscuyera en aquel mundo de podredumbre en que él se movía, en que ambos nos movíamos. Me fui para protegerla, pero el mayor peligro ya estaba aquí y no lo noté.

—Hermano —dijo Logan, llegando por mi costado—. ¿Por qué mejor no hablamos en otro sitio?

Amy lo miró un segundo y él asintió, supongo que dándole a entender que él se encargaba. La castaña me observó una última vez antes de alejarse y dejarme a solas con Logan. Me dejé guiar hasta un costado de la concurrida calle, mientras otra carrera se organizaba. Me adentré en un callejón que daba a un cuarto vacío que Mad usaba para almacenar cosas de las competiciones.

Logan cerró la puerta tras de mí y encendió el interruptor en el costado, una pobre luz iluminó la estancia decorada con cajas y bolsas. No había mucho espacio, pero no importaba, no necesitaba tanto para gritarle.

—¿Cómo dejaste que esto pasara? —bramé, conteniéndome tanto como pude.

—Cálmate —respondió—. Déjame hablar.

—Habla —dije, dando un paso hacia él—, porque en serio quiero romperte la cara.

—¿Ahora soy el culpable? —inquirió.

—¡Te pedí que la cuidaras!

—Y lo he hecho —se defendió—. La protejo como a Kristal. Quiero a Suelym como si fuera mi maldita hermana.

—¿Si tanto la quieres por qué dejaste que se metiera con Roy? —pregunté, incapaz de creerle.

¿Cómo podía creer que la protegía cuando la estaba dejando en manos del demonio?

—Créeme que le di muchas razones para no estar con él —dijo—, pero no pude evitarlo.

—Claro que pudiste —contradije.

—No, Andrew —me interrumpió, dando un paso hacia mí y observándome con el semblante envuelto en seriedad—. Ella lo quiere, desde el primer día que se vieron supe que esto pasaría.

—Sabíamos que él la querría —dije, rememorando todos los malos chistes de Brandom sobre cómo su primo quedaría prendado de Suelym si la conocía—, Brandom siempre lo dijo.

—Sí —asintió Logan—, pero no contamos con que ella se enamoraría de él.

El nudo en mi pecho arreció su fuerza y por un segundo dejé de sentir mi respiración.

Issue [Problemas #2]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora