Issue [Problemas #2]✔️

Capítulo 26

"Sé que es mi culpa"

Suelym

—Sigo pensando que el anterior era lindo —comentó Audrey, pasando distraídamente las páginas de una de las revistas sobre bodas que Kristal había traído a la tienda.

Amy, sentada a su lado, pero enfrascada en terminar su copa de vino, arrugó el ceño. Descruzó las piernas y se inclinó hacia adelante, intentando captar la atención de la castaña. Audrey dejó de observar la revista para dedicarle una mirada extrañada.

—Eso solo lo usaría una Kardashian —dijo Amy, volviendo a su postura inicial reclinada en el sofá de piel blanca.

Negué con la cabeza, dándome por vencida en seguirle el paso a sus discusiones sobre vestidos de novia. Habíamos estado todo el día recorriendo tiendas marcadas por Kristal en los diez mil catálogos que había comprado o descargado de Internet. Lastimosamente el vestido de sus sueños no había estado en ninguna de las visitadas con anterioridad y eso tenía a la trigueña realmente desesperada. La boda sería en un mes, días luego de la graduación, Brandom y ella habían fijado una fecha algo apresurada, pero se justificaban en que ya habían esperado bastante. Sería una ceremonia sencilla por el civil, con cuarenta invitados que recibirían una hermosa invitación llena de tonos blancos y lilas que personalmente ayudé a elegir, una fiesta posterior y una luna de miel de aproximadamente tres meses que el alemán se había tomado el trabajo de preparar personalmente. De hecho, Brandom había estado tan involucrado en los preparativos de la boda como Kristal, y debía admitir que tenía un gusto excelente. Sin duda su esmero era de las principales razones por las que todo se tenía listo tan rápido.

Habíamos elegido los vestidos para las damas el día anterior, todos del mismo color lila y diseño semejante, pero distintos en pequeños detalles que resaltaban mejor en cada una, según palabras de la propia Kristal. Audrey era sin duda la más emocionada de las tres por el papel que jugaría en la ceremonia, incluso más que Amy que sería la madrina, entre ellas habían ayudado a elegir casi todo. Por mi parte había colaborado en las invitaciones, la lista de invitados y los lugares en que se sentarían en la fiesta. Me sentía culpable por no estar del todo presente en el proceso, pero la exposición en la galería había absorbido la mayoría de mi tiempo, junto a los cortes evaluativos finales de las últimas asignaturas pendientes, y... Roy.

Dejé escapar un suspiro bajo, dando vueltas al extremo de la cinta negra que sujetaba mi cabello, seguía siendo demasiado larga para ello, pero me gustaba llevarla. Aunque me gustaba más cuando él me la quitaba.

—Suelym —llamó Amy, sacándome de mis pensamientos—, llevas cinco minutos mirando un punto fijo —dijo, frunciendo el ceño.

Negué con la cabeza, soltando la cinta y acomodándome en la silla. Me regañé mentalmente, Kristal me necesitaba presente, no divagando sobre... cosas.

—Ha tardado un poco —comenté, atrayendo la atención de las chicas a otro tema, mientras alcanzaba la copa de champagne en la mesita de centro. No nos podíamos quejar, nos estaban dando un trato de reinas. Sin duda la tarjeta de crédito de Brandom garantizaba mucho.

—Me sorprende que no necesite ayuda para quitarse esa cosa —respondió Amy, todavía mostrando su descontento con el vestido que anteriormente se había probado la pelinegra.

Audrey negó con la cabeza, soltando una risita. No era que el vestido fuera horrible, en realidad tenía su encanto, pero Amy tenía razón en decir que era algo que quizás solo una celebridad usaría. Demasiado extravagante para una boda sencilla. La misma Kristal había hecho una mueca al verse en el espejo y corrió a cambiarse. Era el cuarto vestido que se probaba ese día y no parecía que fuera a terminar pronto. Aún así, ella tenía la corazonada de que allí estaba el indicado, y yo de cierta forma también lo creía.