Capítulo 9

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"Dile que se vaya"

Logan

No sé por qué seguíamos yendo al Paradox, era un buen club, pero había otros en la ciudad. Sabía que había cambiado de dueño un año atrás y que Gregor no se paseaba por allí ya. Además, él no nos había vuelto a molestar, si la presencia de Brandom había sido más que suficiente años atrás, la llegada de Roy disipó cualquier amenaza que podría representar Gregor. A Brandom le respetaban, pero a Roy le temían. Aún así, no me gustaba el Paradox para nada, pero siempre volvíamos.

Esa noche habíamos salido unos pocos. Roy y Suelym tenían una cita, Keyler estaba terminando un proyecto en el que se había atrasado y Abraham solo puso una tonta excusa para no decir que él y Evie se pasarían la noche peleando. En resumen, sólo éramos Brandom, Kristal, Jeremy, Andrew, Amy y yo. Me sentí tentado a quedarme en casa viendo alguna serie, pero al final cambié de opinión y acepté venir. Sabía que no iba a divertirme, en realidad solo había salido de mi cama y conducido hasta el maldito club para ver a Amy... o vigilarla desde la barra, para ser más exactos. Estoy seguro de que de haber un policía allí habría pensado que era una especie de acosador que planeaba secuestrarla cuando saliera. Ni siquiera me molesté en disimular que estaba allí por ella, solo llegué, puse mi maldito trasero en la silla y pedí una cerveza mientras la seguía con la mirada todo el tiempo. Habían pasado dos horas y mi humor solo iba de mal en peor. Incluso Kristal me dejó solo luego de que no me riera de una broma.

¿Por qué tan de malas? Porque un imbécil no había parado de coquetear con Amy en toda la maldita noche, y ella le estaba siguiendo el juego.

No era tonto, sabía que Amy salía con chicos a veces, era una mujer soltera después de todo, pero teníamos un modo de funcionar. Ella salía con chicos, yo salía con chicas, nunca nada serio, nunca nada importante y nunca el otro se enteraba; así podríamos mirarnos a la cara y llamarnos amigos mientras ignorábamos lo que sentíamos por el otro. Inconscientemente establecimos un patrón que funcionó por años, ojos que no ven, corazón que no siente, pero esa noche me lo estaba restregando en la cara, y vaya que lo estaba sintiendo.

Lo peor es que no podía reclamarle nada. No hice un movimiento en tres años, no le dije lo que sentía, menos la invité a salir. Demonios, ¿por qué no lo hice? Porque soy imbécil, sí, es la única respuesta posible.

—Si ibas a tener esa mala cara todo el tiempo, mejor te hubieras quedado en casa —comentó Andrew, llegando a mi lado para pedirle al barman otra cerveza.

Lo único bueno de este sitio es que de alguna forma se las arreglaron para que la música no se escuchara tan fuerte en la barra. Al menos podías tener una conversación sin estar gritándole al otro a la cara.

—Créeme, hubiera preferido quedarme en la cama viendo The Witcher —respondí sin voltear a verle.

—Deja de mirarla —pidió—. Te hace ver patético.

Me giré para verlo.

—Soy patético —admití.

—Sigo sin entender por qué no están juntos. Se les nota a kilómetros que se mueren por el otro.

—No es tan fácil, Andrew.

—¿Por qué no? ¿Vas a salirme con el cuento de que no la mereces?

—Entre otras cosas, sí.

Andrew resopló. Todos se sabían mis excusas de memoria y sabían que en el fondo la única razón válida era que era un maldito cobarde. Tenía pánico de que me rechazara. Cada que creía que habíamos avanzado a un plano en que podríamos intentar algo más recordaba aquella noche tres años atrás. Ella no quería recordar que la quería. Nada me aseguraba que hubiera cambiado su posición. Hasta donde tenía claro, Amy me quería, pero no quería una relación conmigo. Yo solo tenía que aprender a vivir con eso.

Issue [Problemas #2]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora