"Lilith"
Suelym
Lilith formaba parte de Imperio oficialmente. Era una emperatriz. Sonreí. Aún podía sentir el cosquilleo de los nervios en mi estómago.
Estaba esperando a que Roy volviera de la mesa de tragos cuando mi mirada chocó con Andrew. Dejé salir un suspiro. La verdad me pareció extraño que no se hubiera acercado antes, pero supuse que esperaba a que estuviera sola. En ese momento lo estaba, así que no dudó en acercarse.
—No voy a aceptar un discurso —dije cuando estuvo lo suficientemente cerca.
—Solo quiero un baile —respondió, ofreciéndome una mano.
Dudé en aceptarla, volteando al sitio donde Roy estaba. No tardó en sentir mis ojos en él y en asentir lentamente con la cabeza. Tomé la mano de Andrew, dejando la otra en su hombro. Él situó su mano en mi cintura a la vez que guiaba los pasos. Cáncana había elegido un repertorio de melodías lentas que durarían hasta la media noche según me dijo Brandom, luego los ritmos cambiarían a algo más movido.
—Supongo que debí saberlo —murmuró Andrew, mirándome con una sonrisa triste—, o tal vez lo sabía, pero no lo aceptaba.
—Asumo que no estás muy feliz.
—No, pero tú lo estás y eso es suficiente para mí. No soy tu padre, Suelym, no voy a soltarte regaños cada que te vea.
No pude ocultar mi sorpresa. Un regaño era justamente lo que esperaba.
—Pero no puedo evitar preocuparme —añadió—. No me pidas estar de acuerdo con ver a la mujer que amo exponerse al peligro del que tanto traté de alejarla.
No supe que responder a eso. Entendía su punto en cierta medida, pero, por otro lado, me molestaba que no terminara de entender que eso era lo que yo quería. Tomé mi decisión y él tenía que respetarlo.
—¿Por qué Lilith? —preguntó.
Agradecí internamente que cambiara de tema.
—La mayoría de los emperadores tienen un alias, me pareció cool tener uno también.
—La madre de los demonios. Fue por él, ¿no?
Asentí.
—Una reina demonio —expliqué, tomando la versión femenina del alias de Roy.
Andrew asintió, dando un paso hacia atrás para hacerme dar una vuelta. Completé el movimiento, pero él se detuvo de repente. Sus ojos se anclaron a mi mano, específicamente al anillo en mi dedo que brillaba sobre el guante de encaje. Era la primera vez que lo usaba sin ocultarlo, me pareció una buena ocasión para comenzar a hacerlo, pero en ese momento me cuestioné si debí contarle a Andrew antes. Por su expresión era más que obvio que no se lo estaba tomando bien.
—Te vas a casar con él —murmuró, levantando la mirada a mi rostro.
—No estamos comprometidos —expliqué—. Es solo un anillo de promesa.
—¿Promesa? —preguntó, incrédulo— Suelym. ¿Tienes idea de lo que esto significa? Es una maldita diana en tu espalda.
—Andrew, no vamos a discutir esto aquí.
—Necesito un trago —interrumpió, soltándome para dirigirse a una de las mesas.
Audrey, que estaba de pie a unos metros, notó la situación y fue detrás de él. Yo dejé salir el aire que estaba conteniendo. Definitivamente no estaba siendo fácil llevar las cosas con Andrew.
—Dramas de exparejas —comentó una voz a mi espalda—, estas fiestas cada vez son mejores.
Volteé, encontrándome con un par de ojos azules idénticos a los de Roy, pero con un brillo más suave y jovial. Froy Axelsson era la otra joya de la familia.
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Issue [Problemas #2]✔️
RandomAndrew era un experto en complicaciones, después de todo, su vida era un desastre lleno de ellas. Perdió a sus padres, tuvo que alejarse de sus amigos y dejar atrás a la única chica que en realidad había querido, además de tomar control de toda una...