Capítulo 17

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"Culpable"

Suelym

Fruncí el ceño cuando salí del baño y no encontré a Roy en el dormitorio. Lo había dejado allí veinte minutos atrás. ¿A dónde demonios fue? Resoplé mientras terminaba de atarme las tiras del vestido al cuello y bajaba las escaleras, repitiendo la dinámica que habíamos vivido desde que le dieron de alta en el hospital. Los últimos diez días me habían enseñado que Roy era posiblemente el ser más terco y desobediente de la tierra. La herida había sanado bien, gracias al cielo, pero debía mantenerse en reposo al menos dos semanas más para que no se abriera. La parte de estar en reposo no le había hecho mucha gracia. Lo primero que hizo cuando llegamos a su departamento fue llamar a Saint para informarse de los asuntos que dejó pendientes, luego, intentar hacer prácticamente todo menos quedarse en la cama. Me había quedado con él todo el tiempo, solo siendo relevada de mi guardia por Logan o Brandom cuando necesitaba ir a la universidad. Me gustaba cuidarle, todo lo que involucrara pasar tiempo juntos me agradaba, pero no soportaba que no se estuviera quieto cuando lo único que le pedía era que tuviera cuidado.

Revisé cada habitación, preparando mis regaños para cuando lo encontrara cargando algún objeto pesado, o haciendo movimientos bruscos, pero no lo encontré. Comencé a preocuparme, pero solté un suspiro cuando llegué a la cocina y vi dos pies estirados detrás de la meseta de la cocina, moviéndose al compás de una música inexistente.

Me acerqué despacio, intentando no hacer ruido para no llamar su atención. Miré por encima de la meseta, viendo como tenía apoyada la espalda contra los estantes de madera, mientras se metía a la boca una galleta de chocolate.

—¿Qué haces aquí? —pregunté, haciendo mi voz lo más fuerte posible, esperanzada de poder darle un susto.

Roy miró hacia arriba, pero no lució sorprendido en absoluto, supuse que en parte estaba allí esperando a que le encontrara.

—¿Galletas? —preguntó, ofreciéndome la última que quedaba en el envoltorio.

Negué con la cabeza, rodeando la meseta hasta llegar a su lado. Solo llevaba el pantalón de su pijama, dejando su torso al descubierto. Detuve la vista en la cicatriz en su pecho, viendo los flashbacks de aquella noche repetirse en mi cabeza.

—Lo estás haciendo otra vez —murmuró Roy, sacándome de mis pensamientos.

—¿Perseguirte por todos lados? No es como que me dejes muchas opciones —respondí—. Vamos, volvamos a la cama.

—Es mediodía —dijo, señalando lo obvio—. No quiero estar en la cama.

—Pues lo lamento mucho, pero eso no me importa. Tienes que descansar.

—Estás molesta —dijo, tomando la última galleta y metiéndosela en la boca.

—Claro que no —respondí, arrodillándome a su lado—, solo estoy preocupada.

Tragó, formando una mueca con los labios antes de estirarse hacia el cesto de basura a su lado libre y dejar el envoltorio vacío allí.

—Me estás tratando como a un niño —murmuró, mirándome con expresión seria.

—Porque te estás comportando como uno —rebatí—. ¿Desde cuándo huyes a la cocina como si jugáramos al escondite?

—Desde que no me cuentas las cosas que te ocurren —dijo, dándome una mirada el doble de dura que la anterior.

Guardé silencio. Sabía a lo que se refería. No habíamos hablado de aquella noche ni una vez. Él lo intentó varias veces, yo solo hui cada una, dándole la vuelta a la conversación para caer en otro tema. Pensé que simplemente se resignó a que no quería hablar de ello, pero era más que obvio que estaba equivocada.

Issue [Problemas #2]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora