Capítulo 24

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"Mantén las manos quietas si quieres conservarlas"

Roy

La noche estaba siendo un éxito.

Hundí las manos en los bolsillos de mi pantalón mientras veía a Suelym conversar con varias señoras frente a una de sus pinturas. Llevaba casi quince minutos explicándoles sobre ella, los estilos, los sentimientos que contenía, el mensaje que quería expresar. No era la primera vez que la habían abordado en la noche, desde que llegamos había tenido a varios interesados en su trabajo, tanto que dos de sus cuatro pinturas habían sido compradas. Keyler iba por camino similar, charlando con un señor a pocos metros de Suelym, mientras Amy y Kristal le observaban con orgullo. Andrew y Brandom andaban dando una vuelta por el sitio, observando cada pintura colgada en las paredes color marfil y cada escultura colocada en estratégicos lugares; Abraham y Jeremy igual, pero se habían detenido a hablar en uno de los bancos del fondo. Logan venía hacia mí, con dos vasos de whisky en la mano. Me tendió uno antes de colocarse a mi lado y llevar la mirada hasta Suelym.

—Nuestra chica lo está haciendo bien —dijo, con una sonrisa orgullosa cruzándole el rostro.

Pude rebatirle que no era su chica, pero era el tipo de enfrentamiento infantil que Logan esperaba, así que solo me limité a asentir y recorrer a mi chica con la mirada. Envidiaba la forma en que el oscuro vestido se ceñía a su figura, anhelando que fueran mis manos las que se sujetaran de sus caderas de esa forma. Lucía elegante, cumpliendo con la formalidad que su profesor indicó. El vestido era recatado, de mangas largas, escote sutil, pequeñas y oscuras trasparencias en su abdomen, y una falda hasta poco más de cuatro centímetros sobre su rodilla, con una pequeña abertura en su pierna derecha que no se alzaba a más de la mitad de su muslo. Aún así, lucía exquisitamente hermosa y provocativa, haciéndome tener que alejarme para poder contener el impulso de tenerla sujeta a mí toda la noche, pero la espera valdría la pena cuando la tuviera en mi cama quitándole ese vestido.

—Hermano —llamó Logan—, ¿podrías disimular? Pareces un depredador sexual a punto de saltarle encima.

Parpadeé dos veces antes de voltearme hacia él. Fruncí el ceño, dándole una mala mirada.

—¿Y a ti qué te importa? —respondí.

El castaño soltó una risa, feliz de haberme hecho enojar un poco. Le dio un trago a su whisky mientras su mirada se deslizaba a Amy por un instante antes de seguir su recorrido por el lugar. Me pareció que yo no era el único fantaseando aquella noche, no cuando la tensión en cada encuentro entre él y Amy era tan palpable que me habían puesto incómodo hasta a mí.

—Roy —llamó Audrey llegando hasta nosotros mientras arrastraba a Nova detrás de ella—, tú que sabes de arte.

—Ahí vamos —se burló Logan.

—¿Una falsificación puede ser considerada una obra de arte? —preguntó Audrey.

Suspiré. ¿Por qué no lo googleaban y listo?

—No —respondí—, si no hay autenticidad no hay nada, solo un clon barato que no es la obra de arte en sí.

—Te lo dije —intervino Nova, haciendo que Audrey formara un puchero.

—¿Entonces las pinturas que compro para mi pared no tienen valor? —insistió Audrey.

—No se trata de que no tengan valor, si es al económico al que te refieres, obviamente pagaste por tenerlas en tu pared —dije—. Lo que digo es que no tienen realmente un valor artístico, no es la obra de arte en sí porque no tiene los sentimientos y trabajo del artista en ella.

Issue [Problemas #2]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora