Capítulo 20

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"Tienes cinco minutos"

Suelym

Había escuchado disímiles de malas ideas a lo largo de mi vida, la mayoría proveniente de Logan, pero nunca una tan disparatada y coherente a la misma vez como la que Brandom nos había propuesto esa mañana. ¿Necesitas encontrar a un asesino? Haz que venga a ti. ¿Quiere llamar tu atención? Perfecto, captemos la suya, hagamos una fiesta. ¿Habrá tantas personas que no podrás seguirle la pista? No hay problema, instalaremos cámaras por toda la maldita casa.

Cada que lo pensaba me parecía más defectuoso, pero de alguna forma logró convencernos del plan, así que lo pusimos en marcha. Todo sostenido en la corazonada de que él no resistiría la oportunidad de aparecer y hacer un movimiento. De cierta forma, al pasar de las horas y arribar la noche, aquella corazonada se convirtió en una certeza para mí, como si pudiera sentir su presencia a mi alrededor.

—No te separes de mí —pidió Roy al abrirme la puerta del auto y ayudarme a bajar.

Asentí mientras paseaba la vista por la fachada de la casa de los chicos. Logan y Kristal habían corrido la voz de una fiesta aquella mañana y en menos de veinticuatro horas lograron que la mitad del campus estuviera allí. Sin duda ayudó mucho que fuera sábado. Roy puso la alarma al auto antes de unirse a mí, caminando a mi lado mientras entrelazábamos nuestros dedos. La brisa nocturna me acarició las piernas desnudas por el vestido, pero fue reemplazada rápidamente por la calidez imperante dentro de la casa.

Busqué con la vista a los demás, encontrando a Kristal y Brandom sentados en un sofá junto a Audrey. Sonreí al ver que el alemán hablaba tranquilamente con Audrey mientras su prometida se reía de algo en su regazo. No se parecía en nada al chico que me dijo que la hermana de Andrew estaba mal de la cabeza el primer día. Audrey podría seguir siendo impulsiva y alocada en algunas ocasiones, pero había madurado considerablemente desde su versión de quince años que Brandom conoció, y el alemán lo había notado. Roy me guio hasta ellos cuando los vio, dejándose caer en el sofá junto a su primo para sentarme de lado en su regazo.

—Pasé de tercera a quinta rueda —bromeó Audrey—, a eso le llamo progreso.

Kristal rió, dándole un trago al líquido amarillento en su vaso. Me percaté de cómo afianzaba los dedos al plástico rojo como si su vida dependiera de ello. Estaba nerviosa, y no era la única. Brandom estaba tenso, Audrey no paraba de mirar a todos lados con disimulo y Keyler desde una esquina vigilaba la entrada. No alcanzaba a ver a los demás desde allí, pero estaba segura de que estarían igual de alerta.

—Relájate —murmuró Roy en mi oído, colocando una mano en mi muslo y otra en mi cadera, recostándome contra su pecho—. Estoy aquí, no va a tocarte.

Volteé el rostro lo suficiente como para poder mirarle. El brillo azul en su iris resplandecía bajo las luces destellantes de colores.

—Lo sé —dije, colocando mi mano sobre la suya, acariciando sus nudillos—, no soy yo quien me preocupa.

—¿Por qué tan serios? —preguntó una voz a mi espalda.

Volteé justo a tiempo para ver a Jeremy rodearnos y sentarse junto a Audrey. Le dio una mirada rápida, frunciendo el ceño ante la clara desconocida que tenía en frente. Jeremy había estado tan enfocado en la universidad, reuniendo créditos y rindiendo exámenes para solicitar una beca para una maestría el siguiente año, que se había alejado un poco del grupo, tanto que nunca había visto a Audrey en persona, aunque estaba más que segura de que Abraham le habría comentado sobre ella.

—Tú debes ser la hermana de Andrew —dijo el rubio, sacándose las manos del bolsillo de su sudadera para ofrecérselo a Audrey—. Soy Jeremy.

—Audrey —respondió ella, estrechando su mano con una sonrisa—. Andrew me había hablado de ti.

Issue [Problemas #2]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora