Llego un par de minutos tarde, pero es la primera semana por lo que no importa demasiado. Entro en clase y lo primero en que me fijo es que en mi sitio está Candy con el cabello teñido en un tono oscuro. Me acerco a ella a paso lento, se me queda mirando abriendo mucho los ojos, como si no me conociese.
—Mi sitio. —reclamo.
—No veo tu nombre en ningún sitio. —Aparta el pelo de sus ojos con un toque sutil.
La cojo de la cintura sentándola en su asiento del anterior día, cojo mi mesa por una de las patas y le doy la vuelta para que vea el escrito que hice ayer.
—¿Ves? Mi sitio.
—¿Wild? ¿No será Will? ¿Qué es eso de E.I?
—Preguntas demasiado exrubia. —digo volviendo a poner en su estado inicial la mesa.
—¿Te llamas Will o es Wild? —sigue preguntando sin escucharme— ¿Lo otro que son las siglas de tus apellidos? Wild es un nombre muy extraño. ¿Sabes qué es "salvaje" en inglés?
—¿Por qué te haces más tonta de lo que parecías ayer? —le pregunto en un gruñido.
—¿Qué dices? Yo ayer no estaba aquí —ríe y señala a la otra punta del aula—. Tú viste a mi hermana.
Froto mis ojos, parpadeo varias veces. Son gemelas; una es rubia como un piolín y la otra tiene el cabello oscuro, salvo por eso son idénticas. Ojos azules y grandes, pestañas largas, cejas depiladas pero pobladas, labios carnosos y sonrisas blancas, pómulos rellenos, suaves, poco marcados, un perfil sutil, son muy atractivas, sobre todo sus cuerpos, pequeños pero con curvas, no están en los huesos. Alguna mujeres creen que eso es atractivo y a los hombres nos gusta tener donde agarrar, al menos a mí.
—Creía que se había teñido el pelo.
—¿Sí? ¿Por eso lo de exrubia? No importa, soy Dulce.
—Espera... ¿Dulce y Candy? ¿Qué sois un programa basura de la MTV?
—¿Tú no eres muy amable verdad? —me dice poniendo las manos en sus caderas.
—Soy como me da la gana, Caramelo, quien no me trague que se ahogue. —sonrío con arrogancia.
—Eres un engreído... —me mira de arriba abajo, arqueado una ceja.
—Soy soberbio, altanero, arrogante, envanecido, petulante, jactancioso, orgulloso, presumido, creído, presuntuoso, vanidoso, chulo, fanfarrón, —suspiro— en fin, un fantasma... —sonrío burlón.
—¿Te estás burlando de mí? —pregunta molesta.
—Eso lo has decretado tú, no yo, Caramelito.
Me siento en mi mesa, el profesor de geografía tiene que estar apunto de llegar. Dulce se sienta en el asiento de su hermana que no tarda en venir a demandarlo.
—Ese es mi sitio. —dice apoyándose en la mesa, colocando su trasero casi a la altura de mi cara.
—¿Es qué aquí todo el mundo graba cuál es que asiento? —está muy molesta.
—Me gusta este sitio.
—No será qué te gusta él. —susurra, pero es inútil, sé que se refiere a mí.
—¿Por qué crees eso? —pregunta Candy a Dulce también en un susurro.
—Además que está bueno, tienes tu culo en su cara. —Noto en su voz que acaba de sonreír.
—¿Podrías quitar tu trasero de mi cara? Si no es mucho pedir..., vamos.
—Eh... claro. —se ruboriza.
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Ódiame hasta el final (ÓHEF#1)
Roman pour AdolescentsSi no confías en nadie, nadie puede hacerte daño. El dolor no es algo que quiera en mi vida, y el final de la ecuación en el amor siempre es el dolor, así que lo mejor es evitarlo a toda costa. ¿Amigos? siempre te acaban traicionando, es mejor esta...