2: Una tarde hermosa

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Después de tanto caminar y escuchar las bromas de Mike, por fin llegamos a mi casa

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Después de tanto caminar y escuchar las bromas de Mike, por fin llegamos a mi casa. Me paré en frente del portón y lo abrí. Los invite a pasar, y no necesitaron nada más.

Obvio que con gusto pasaron. Sonreí, por estar viendoles tan felices. Una vez pasaron, entre yo, y cerré el portón. Asegurándome de que le puse el seguro.

Camine a la entrada de mi casa, donde ellos me esperaban ansiosamente, más Mike. Me dieron campo y puse la llave dentro de la cerradura y esta entró.

Abrí la puerta, ellos entraron y comenzaron a ver las cosas que estaban colgadas por el lugar. Cerré la puerta tras de mi, puse mis llaves en mi bolsillo y avance a la sala de estar donde ellos me esperaban en el sillón.

-Que cómodo es tu hogar, Dan. -me dijo Dylan con una sonrisa.

-Gracias, pero dejate de vago y has algo bueno productivo con tu vida. -le respondí en broma, el me miro sorprendido y estupefacto. Los chicos rieron por su reacción. Yo también reí.

-Si, vamos a la piscina. Dan, ¿tienes...?

-Oh claro, vuelvo en seguida. Pueden salir si quieren.

Asintieron y me retire de la sala, en dirección a mi habitación. Entre y busque en el armario ropa para agua, para los chicos. Cuando la conseguí, salí de mi habitación y cerré la puerta.

Camine por el pasillo y entre en la habitación de mi hermana, solamente busque entre su ropa unos trajes de baño para las chicas.

Salí de su habitación y baje las escaleras. Busque a los chicos en la sala, pero ya no se encontraban. Entonces supuse que ya estarían en el patio.

Atravesé la cocina y salí por la puerta trasera. Avance por el patio, cuando encontré la piscina y allí estaban los chicos charlando.

Cuando me acerque a ellos, me miraron. Yo les pasé la ropa que fui a buscar y se fueron a cambiar. Yo por mi parte, entre de nuevo y fui al baño de invitados.

Me cambié y dejé la ropa en el sillón del suelo. Salí del baño y me adentre en la piscina. Esperando a los chicos, comencé a nadar, hace mucho que no lo hacía.

No he perdido la práctica, pero desde ese día, no he podido hacer nada.

Los chicos comenzaron a secarse a la piscina y cada uno se fue metiendo poco a poco. Esa tarde la pasamos bien, todos estaban felices. Al rato, Williams salió al ver por qué había tanto escándalo.

Cuando me vio dentro de la piscina, estaba confundido, pero al ver a los invitados, su rostro mostró felicidad.

-¡No lo puedo creer! ¡Sois ustedes, todos estais juntos de nuevo! ¡Qué inesperado! -exclamó con una gran sonrisa y verdaderamente feliz.

Yo reí a carcajadas, mientras mis amigos salían de la piscina a saludar a Williams. Este los recibió con los brazos abiertos.

Al cabo de unos minutos, Williams se retiró y los chicos volvieron a entrar un rato más. Después de dos horas, Williams nos llamó para comer algo.

Los Patrulleros Nocturnos: El Inicio de Gray Archer [Libro 1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora