21: Una decisión

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Solo había oscuridad, sólo eso veía

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Solo había oscuridad, sólo eso veía. No podía sentir ni mover nada, mi cuerpo pesaba y tenía miedo. Lo último que recuerdo, es haber sentido el cariño de mi padre y su mano apretando la mía, diciendo que todo estaba bien. Después de eso, nada, solo hay un vacío infinito.

Intente hacer de todo, gritar, moverme, pedir ayuda, pero nada, estaba solo. Desde ese día tenía tanto, pero tanto miedo, que temí que jamás volvería a verlos, hasta ese día.

—¿Cómo sigue doctor? —una voz preocupada preguntó, ahora podía escuchar, era mi padre.

—Su hijo está bien, pero por las heridas, su hijo sigue en coma.

¿Qué, qué? ¿En coma? ¿Qué está pasando aquí?

—Dioses, todo esto es mi culpa..

—Comisionado Miller, no debe culparse por esto. Usted no sabía que alguien iría tras su hijo en medio de la presentación.

—Pero es que...

—Lo sé, Alex, lo sé. Tienes miedo, pero con el tiempo despertará, él estará bien. Daniel volverá contigo y sus amigos. Solo ten paciencia.

No volví a escuchar nada más, eso fue todo. Al parecer estaba  en coma y fue por las heridas, además de que mi padre se culpaba por todo. Me sentía fatal, le tengo preocupado, y ni hablar de mi familia y amigos, estarán igual de mal.

Pasaban los días y seguía sin poder hacer nada, solo escuchaba y escuchaba. Era lo único que pasaba, era lo único que yo podía hacer.

—Dan —alguien me llamó, conocía esa voz—, si estas ahí, escuchame. Debes despertar, no te quiero perder. Yo y los demás te estamos esperando, pero por favor no nos dejes.

Era Luz, y me estaba pidiendo que no me rindiera, que tenía que despertar, lo intento cada día, Luz, lo intenté pero no avanzo nada, no puedo hacer nada.

—Se que a veces me he portado muy grosera contigo, pero no es por que no te quiera ya, es solo que me cuesta verte siempre sufrir, me recuerdas tanto a mi de pequeña, y eso que éramos iguales —soltó una pequeña risa—, pero eras mi mejor amigo en aquel entonces y aún lo sigues siendo. No importa lo que la gente diga de ti, siempre piensa que si es cierto... Pues lo dejas, pero si son mentiras, no los dejes hablar de más. Solo te pido por favor que no me abandones, solo por esta vez déjame ser la mejor amiga que siempre tuve que ser, eres el mejor... Te quiero.

La escuche como sollozaba para que yo regresará, era difícil ver a tu mejor amigo en aquella situación y no poder hacer nada. Escuche como se levantó de la silla y salió de la habitación corriendo. La puerta se cerró, pronto escuché nuevas voces. Abrieron de nuevo la puerta y se sentaron en la silla.

—Hey Dan, ¿cómo vas? —fue lo que preguntó Mike. Sonreí y sentí mis lágrimas salir de mis ojos, estúpida pregunta—, si lo sé. Una pregunta estúpida, no debí decir eso. El punto es que espero que estés bien y pronto despiertes, todos te extrañamos aquí.

Los Patrulleros Nocturnos: El Inicio de Gray Archer [Libro 1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora