Los Patrulleros Nocturnos: El Inicio de Gray Archer [Libro 1]

49: La cuenta regresiva inicia

Dylan y Noah, junto al Señor MUCH me miraban desde sus sillones de brazos cruzados, esperando una explicación clara sobre por qué había una Maleta Roja en la mesa de la sala, y no sólo eso, sino que también por que llame justamente a mi padre para avisarle de ella.

—¿Entonces? —Dylan estaba muy ansioso.

Suspiré y los mire a los dos.

—Bien. La Maleta Roja no es cualquier objeto que hayan visto, es algo más... Misterioso, mágico.

—¿A dónde quieres llegar, Daniel? —Noah acariciaba al Señor MUCH que estaba sobre sus piernas.

—Que esta Maleta Roja no es como cualquier objeto que exista. Más bien es uno que jamás hemos visto, por que precisamente es mágica y misteriosa, no es de este mundo. Es imposible que solamente esta Maleta pueda hacer desaparecer a personas y a ella misma en sólo una noche.

—Estas diciendo que... Oh, diablos..

—Si, esta Maleta no es de aquí.

—Es de Eclipsa —completó Noah por mí, asentí en su dirección.

—Exacto, por que siento magia dentro de ella y no es normal que un objeto como ella tenga este tipo de magia.

—Por qué es completamente diferente a las demás. Las otras son poseídas por seres extraños y fantasmas, sin embargo esta es libre, puede hacer lo que quiera con sus víctimas cuando quiera.

—Exactamente, Dylan. Por eso es que hay que tener mucho cuidado con la Maleta, no debemos abrirla por ningún motivo y menos tocarla.

—Eh, Daniel.

—Si, ¿Dylan?

—Tu metiste la Maleta al apartamento de Noah, tú ya la tocaste.

Fue allí donde me di cuenta de que estaba cometiendo mi primer error, ya la había cagado. Si mi padre no me mataba antes, lo iba hacer esa Maleta.

..

No sabía que ese mismo día había iniciado la cuenta regresiva para la batalla final, la cual ninguno de nosotros, ni siquiera Nueva York estaba listo. Pero la respuesta para salvar  todo lo que conocía, estaba registrado en mi memoria, el día que la Maleta Roja apareció en el apartamento de Noah.

..

—Ay, carajos.

—Sip.

—Diablos, me van a matar...

—Si Daniel, lo hará.

Nos quedamos en completo silencio hasta que Noah comenzó a bostezar y Dylan le siguió, estábamos cansados y teníamos que dormir.

—Es mejor que vayamos a descansar, mi padre llegará dentro de cinco horas, es mejor estar preparados para cualquier cosa.

—Dan tiene razón, Noah. Será mejor que descansemos un rato.