20: Una Vida por otra y volvemos a casa

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Mientras miraba como mi padre y mis amigos se perdían entre más íbamos avanzando, más impotente me sentía

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Mientras miraba como mi padre y mis amigos se perdían entre más íbamos avanzando, más impotente me sentía. Aquel disparo iba hacia mí, pero Bryan se puso enfrente y está dio en su hombro.

Por eso su padre me había tomado desprevenido y me tomó como rehén. Esa prueba de que aquel hombre era el padre de Bryan, me dejó sin palabras. Como un hombre así, podía ser su padre.

Bryan seguía remando, mientras que su padre aún me apuntaba con el arma. Cada vez estaba más nervioso, tenía que idear un plan para escapar de allí con Bryan, pero sin tener que matar a su padre, no podría verle a la cara después.

—Bryan, si no te apresuras llegaremos tarde a cenar con tu madre —le dijo su padre, me preguntaba cómo podía decir eso después de tanta maldad que ha hecho.

—Si, padre. Pero... ¿Qué haremos con él?

Ambos me miraron y su padre suspiró, apretó más su agarre y se acercó a mí oído.

—Vas a tener una linda siesta, héroe. Por qué tú, tú no llegaras al otro lado.

Me quedé tieso con aquellas palabras, se iba a deshacer de mí antes de llegar al otro lado y eso no era nada bueno. Se apartó de mí y miró a su hijo.

—Haremos lo que sea necesario, pero él no podrá acompañarnos, su parada es aquí mismo en el lago.

Trague saliva al escuchar eso, se que soy un excelente nadador, pero eso no quiere decir que no le tenga miedo al agua. No quería probar el agua fría.

—Pero padre... Podemos dejarle del otro lado —trató de hacerlo cambiar de opinión Bryan, su padre le miró seriamente.

—¿Me estas dando tu opinión sobre esto? —preguntó. Bryan se mordió el labio inferior y tembló un poco, pero al final se armó de valor.

—Si, padre. Es para no hacerlo sufrir aquí, hay otras muchas maneras, ¿pero ahogarlo?

Lo siguiente que sucedió me lo esperaba, pero no de esa manera, su padre levantó su mano y le dio una cachetada demasiado fuerte, que hizo voltear su cabeza para un lado.

—No vuelvas a cuestionarme o decirme lo que piensas, Bryan.

Y otro golpe llegó, pero está vez a su abdomen y por último en su hombro herido, este gritó de dolor mientras se agarraba el hombro.

—Oiga ya basta, déjelo en paz.

Su padre se detuvo y me miró desde su lugar, su rostro estaba lleno de furia. Estaba colérico, y eso se notaba a kilómetros. Entonces lo que sucedió fue lo peor, él llevó su mano hacia arriba y con un movimiento, me pegó una cachetada. Joder, eso sí dolió.

—Tú no me vuelvas a decir que pare, yo lo haré cuando yo quiera.

Se volvió y a punto de volver a pegar a su hijo, me levanté y le pegue un puñetazo en su espalda. Este se giró rápidamente y me dio una patada, haciendo que me estrellara contra el suelo del barco.

Los Patrulleros Nocturnos: El Inicio de Gray Archer [Libro 1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora