Los Patrulleros Nocturnos: El Inicio de Gray Archer [Libro 1]

29: Organización "Eterna Esperanza"

Al llegar a la guarida, Kevin estacionó el automóvil, nos bajamos, caminamos hacia la puerta, donde nos pidió el código para entrar, Kevin me miró y le sonreí. Puse el código y la puerta se abrió, ambos pasamos, la puerta se cerró detrás de nosotros. Caminamos por el lugar hasta llegar a las escaleras, las subimos y al final había una puerta, la abrí y pasamos al otro lado.

Ahi los demás ya estaban ahí, algunos jugaban y otros investigaban algunas cosas, me giré a Kevin y le hablé :

—Todo lo que veas aquí, se queda aquí, ¿quedó claro?

Él trago saliva y asintió.

—Me quedó claro, ahora vamos a terminar con esto.

—Bien.

Reyes se encontraba en su silla viendo las cámaras, se dió la vuelta y sonrió al vernos, pero su rostro cambió a uno de terror al vernos heridos.

—¡Pero que rayos les pasó! —Reyes se levantó y camino hacia nosotros, los demás se asustaron por el grito de él, y al vernos, su rostro de confusión cambió a uno terror y preocupado.

—Tuvimos un accidente —le contestó Kevin a mi lado, ellos nos miraron sin entender—, íbamos en motocicleta y un automóvil de la Guarnición Naranja nos siguió, traté de perderlo, pero al final nos chocó, salimos disparados por la calle, pero estamos bien, bueno eso creo yo. Daniel no deja de temblar, pero de lo demás estamos bien.

—¿Qué quieres que haga? —le pregunté, él me miró—, cada vez que veo un auto cerca de mi, todo mi cuerpo reacciona y empieza a temblar, y ahora no dejo de hacerlo, sigo asustado.

—Lo siento, solo lo dije para ellos lo supieran.

—Tranquilo, lo sé —hice un ademán con la mano, pero esta no dejaba de temblar—, a lo que vinimos es que necesito Reyes que busques información sobre Kevin Tórrez en la organización Naranja. Necesitarás ayuda. John por favor ayuda con las heridas de Kevin y Dylan, ¿puedes venir un momento?

Los cuatro asintieron, al final estaba Luz mirándome, le sonreí y luego salí de la habitación. En el pasillo Dylan me siguió y entramos a otra habitación, me senté en el sillón. Dylan cerró la puerta y se quedó a unos metros de mí.

Puse mis codos en mis rodillas y mis manos en mi rostro, estaba cansado y el temblor de mi cuerpo no me ayudaba. Suspiré de cansancio y lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, comencé a sollozar en silencio. Dylan puso su mano sobre mi hombro y me llamó :

—Dan, por favor cálmate. Todo va a estar bien, tienes que estar tranquilo.

—Dylan... —dije con un hilo de voz, él se arrodilló al frente mio y me hizo quitar las manos de mi rostro, mire sus ojos azules y él sonrió.

—Ves, aquí estoy. Dime que pasa, Dan dime.

—Pensé... Pensé que iba a morir, ellos nos chocaron y creí, creí...