13: Problemas Familiares

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No se cuantas horas habían pasado desde que mi "supuesto tío", me había encerrado en la habitación del conserje

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No se cuantas horas habían pasado desde que mi "supuesto tío", me había encerrado en la habitación del conserje. Lo único que se es que estaría aquí encerrado hasta que él volviera, me encontraran antes o escaparía de alguna forma.

Eso no es todo, me esta comenzando a dar hambre y el dolor de cabeza de nuevo me vino, tal vez estoy tratando de recordar a mi "supuesto tío", pero nada. Solo veo imágenes borrosas, eso no me dice mucho.

Intenté quitarme la cuerda que ataba mis manos y piernas, si que había hecho un nudo impresionante. Fui hacia mis pies primero, cuando pude quitarlas, intenté la de las manos, pero eran más complicadas, estaban más apretadas y me dificultaba.

Me quite la mordaza y por fin pude respirar mejor. Ahora tenía que buscar algo afilado para cortar las cuerdas y salir de ahí. Buque con mis lindos ojos, al final, por la puerta había un desartornillador. No creo que este filoso, pero tal vez podría funcionar.

Me levanté con cuidado, me dolia todo, mi pobre trasero estaba dormido. Camine hacia la puerta y me detuve agarrar el objeto, trate de cortarlas, pero era imposible. Pero al cabo de unos 20 intentos pude, pero con algunos golpes en mis pobres muñecas.

Deje salir un suspiro cansado, ya había hecho lo más complicado.  Ahora tenía que averiguar como rayos salir de aquí, antes de que él regresara. Busque por todo el lugar algo que me sirviera para poder abrir la puerta, pero no encontre nada.

Miré el techo, había una rejilla que conducía a los conductos de ventilación. Podía salir de este lugar por los conductos, lo malo es que estaba muy lejos, más bien alto. Genial. Trate de llegar con mi altura, pero nada, mi supuesto tío había pensado en todo, sabía que iba a escapar.

Suspire y me senté a esperarlo. Me quede dormido, al rato sentí como alguien me sacudía. Trataban de despertarme, poco a poco abrí los ojos, por un momento pensé que era mi padre, hasta que me di cuenta de que mi padre no era rubio. Genial, era mi tío que me miraba sonriente.

Cerré de nuevo los ojos cansado, no lo quería ni ver. Este se alejó un poco de mi y suspiro feliz.

—Veo que ya despertaste, sobrino.

—¿Qué es lo que quieres?

—Nada, solo avisarte que ya no estamos en el colegio —dijo él tranquilamente, yo por otra parte no me lo creía—. Tranquilo, pronto llegaremos.

—¿A dónde me llevas?

—A un lugar donde nadie nos interrumpa.

—¿Qué hora es?

—Son las cuatro, tranqui, tu papi piensa todavia que estas con tus amigos, en cambio ellos te estan esperando en una pizzería. Les puse un mensaje de que llegarías tarde.

—Eres una persona desagradable, no se para que me quieres.

—Oh ya lo sabes, pero si tú dices que no recuerdas nada...te ayudare a recordar, no hay problema.

Los Patrulleros Nocturnos: El Inicio de Gray Archer [Libro 1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora