11: San Francisco

13 2 3
                                    

La parte más dolorosa del entrenamiento, es que tu espalda te esté jugando en contra, había despertado muy temprano al día siguiente, mi padre aprovecho eso para hacerme sufrir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La parte más dolorosa del entrenamiento, es que tu espalda te esté jugando en contra, había despertado muy temprano al día siguiente, mi padre aprovecho eso para hacerme sufrir.

Me llamo diciendo que era hora de la sorpresa o parte de ella. Que necesitaba estar listo para salir a las calles solo, por que él de ahora en adelante tenía mucho trabajo con el Caso Naranja, pero no sólo eso.

Sino que como él se va a retirar, ya no tengo a nadie que me ayude o me apoye en las misiones, que este conmigo allí mismo. John por otro lado estaba dormido, eso fue lo que mi padre aprovecho. Pero... Eso era lo que él pensaba, John estaba tratando de conectar las pistas que nos dio Reyes el día de ayer.

Reyes, cierto. Nuestro chico de 19 años, vivía en le apartamento de su familia, volvió hace un año para tomar venganza por ellas y su amigo, debía buscar información sobre sus siguientes movimientos y así encontrar al elegido y salvar al mundo de las garras de la Organización.

—Daniel tienes que ser más rápido —habló mi padre, mientras yo corría, escapando de un holograma que era más veloz que yo.

—¿Cómo quieres que sea más rápido? Esa cosa me va a matar, no puedo ir más rápido por que ya me canse... Me esta comenzando a faltar el aire, necesito... Necesito.. No, no puedo —me detuve y trate de calmarme un poco, para poder llenar mis pulmones de aire.

El holograma se detuvo y mi padre suspiró. ¡Cómo si no es grave! Mi padre caminó hacia mí y puso su mano sobre mi hombro, dándome apoyo.

—Daniel, perdón si te estoy presionando demasiado es solo que.. —se disculpo—... Queda poco tiempo y aún no te enseñado la sorpresa.

—Lo sé, no te preocupes... Es solo que cuesta, no funciona cuando quiere, es cuando él quiere.

—Vale —mi padre suspiró—, vamos a tomar un descanso por hoy. Mañana seguiremos, así que trata de bueno... Calmarte y averiguar cómo hacer que funcione tu velocidad de nuevo, ¿si?

—Bien, lo intentaré —suspiré y lo mire—. Gracias, veré que puedo hacer.

—Esa es la actitud.

Mi padre me dio unas palamaditas en mi espalda lastimada y gruñi de dolor, mi padre solo río y salió de la habitación. Dejándome sólo.

Me terminé sentando en el suelo y cerré los ojos, debía pensar como hacer que mi velocidad volviera. Debía estar listo cuanto antes.

Me senté en forma de indio y respire tranquilamente, me concentre y me calme. Cerré los ojos otra vez, y traté de pensar en que era lo que tenía que hacer para hacerla volver.

—Daniel, pensé que me ayudarías en mi trabajo —me dijo una voz de una niña.

—Si, lo sé. Pero mi padre me ha dicho que me necesita en casa, debo volver. Otro día, lo siento.

Los Patrulleros Nocturnos: El Inicio de Gray Archer [Libro 1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora