Los Patrulleros Nocturnos: El Inicio de Gray Archer [Libro 1]

3: Descubrimiento Familiar

Lo que estaba viendo ahora mismo, era realmente increíble y tenebroso. ¿Cómo rayos había entrado alguien? ¡Es imposible! ¡La casa tiene demasiadas medidas de seguridad, es imposible!

¡Pero al parecer a él no le importa y entró como si nada! Como si no supiera que alguien le encontraría. Allí estaba yo, parado en medio del ático, viendo a la persona que estaba guardando o sacando cosas.

No tengo ni idea, el punto es que....es realmente confuso, ¿cómo? Pensé seriamente, ¿quién sería tan estúpido por entrar a robar en la casa de un jefe de policía? ¡Y el mejor, joder!

No entiendo nada, nada. Me fije en aquella silueta en la oscuridad, no podía verla bien, pero sabía que debía de ser un poco más mayor que yo. Era más grande, hasta podría decir que se parece a mi padre.

Espera... ¿A mi padre? ¡Pero que mierdas! Lo siento, me descontrolo, no me culpen. Aquí diré muchas más, pero mientras este tranquilo.

No se podía ver bien aquella persona, pero apostaría a que no está robando nada, sino que está.. ¿Guardando cosas?

Esto es realmente malo, ¿porque guardaría cosas allí? ¿Acaso será una trampa para mi padre? ¿Un acto de venganza? ¿Nos quiere a nosotros? ¡No entiendo nada!

En la inmensa oscuridad, se me dificultaba la vista y no podía saber con exactitud qué rayos estaba haciendo. ¿Será mejor irse y llamar a mi padre? o ¿le enfrento?

Tal vez será major llamar a mi padre, no puedo saber si lleva un arma consigo. Cuando estaba a punto de moverme, él se puso a la luz de la luna, dejándome ver con más claridad su silueta y... No puede ser...

Todo mi cuerpo se tensó al verlo allí parado como si nada. No se percataba de mi presencia, me estaba comenzando a faltar el aire y eso era malo.

Traté de bajar las escaleras, pero falle. Mi pie resbaló con ellas y cuando estaba a punto de caer y sentir el golpe, unos brazos me detuvieron.

Abrí los ojos, ya que los había cerrado por el susto. Ahora le miraba mejor, era él. Era mi padre, él estaba allí sosteniendome para no caerme.

Pero eso no era todo, ahora que lo veo mejor... Él lleva un traje diferente, no el de policía. Sino, uno completamente distinto, era de color negro como la noche.

Era él, era Black Archer. Un héroe de Nueva York, desde hace 30 años. No podía ser posible, ¿porque él?

—Daniel —me llamó mi padre, que aún me tenía en brazos —. ¿Estás bien? ¿Qué haces aquí? —me pregunto, eso también quiero saber.

—Pa... ¿Padre? —le llamé, el me miró—. ¿C-Cómo?

—¿Estás bien?

—Eres tu... Tu eres Black Archer...

Él me miró sin entender, pero después comprendió. Cuando mire su rostro, pude notar la preocupación, confusión y sorpresa de encontrarme allí con él. Cuando la verdad, ni debería estar ahí.