22: Pista Naranja y se escapan

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Desde que salí del colegio me encamine hacia el único lugar que donde podía tomar la decisión que estoy apunto de hacer

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Desde que salí del colegio me encamine hacia el único lugar que donde podía tomar la decisión que estoy apunto de hacer. De mi mochila saque unos lentes de sol y me puse la capucha encima.

Durante minutos camine hasta llegar al lugar donde tenía lo que yo necesitaba. Mire el hotel y entre, miré a la recepcionista, era otra. La salude con amabilidad y pedí ver aquella persona, ella me examinó y me dijo el nombre.

Cuando entre al ascensor, escuché como hacía una llamada y hablaba sobre mi. Suspiré y apreté el botón del piso al que iba, después de unos minutos llegué al piso, salí del ascensor y camine hacia la puerta, respiré profundo y toque la puerta.

Nada sucedió durante unos segundos, me estaba impacientando. Volví a tocar la puerta, pero nadie abría la puerta, luego me di cuenta de que la puerta estaba medio abierta, así que entre.

Camine por el pasillo hasta llegar a la sala y mi sorpresa fue encontrarla toda desordenada y con manchas de sangre, ¿que había pasado aquí? Mire por todos lados, pero no vi señales de Reyes. En mi zapato sentí las manchas de sangre y seguí el rastro.

Me llevó directo al baño, la puerta estaba entreabierta, así que simplemente la empuje y entre, contuve el aliento al ver lo que tenía en frente. Reyes estaba en la ducha, lleno de heridas y sangre salía a montones. No sabía si estaba inconsciente o no, pero no quería arriesgarme.

Me acerque poco a poco y tomé su pulso, estaba vivo. Pero no me esperaba que él despertará en ese momento. Su reacción al verme fue miedo, llevó su mano a su bolsillo y sacó un tiser, y me lo puso en el brazo, sentí una desgarga eléctrica entrar en mi cuerpo y me quedé paralizado por un momento.

—Debiste ser más inteligente.... No... Podrás conmigo... —habló y se levantó, volvió a acercar el tiser, pero me moví rápidamente y le di una patada en el estómago, este se dobló por el dolor—, eres fuerte lo admito, pero tengo más experiencia de combate que tú.

Joder, ¿en serio? Levantó su pie para darme una patada pero la detuve con las manos, él frunció el ceño y me tomó del cuello apretando. Tenía que ser una maldita broma.

—Ahora ya no me podrás hacer nada.

—Reyes.... Para.. Soy... Soy.. Yo... Daniel... —este al escucharme hablar me soltó inmediatamente, yo me hice a un lado y comencé a toser para recuperar el aire—, joder Reyes que fuerza.

—Lo siento, Daniel. No sabía que eras tú, si me hubieras dicho desde un principio...

—No —negué con la cabeza, él me miró confundido—, estabas inconsciente, no sabía que te había pasado y cuando te revisé te iba a llamar, pero me atacaste.

—Nuevamente pido disculpas, es que llegaron unos hombres de la Organización y me dieron una paliza, aunque yo les deje  peor —habló con orgullo y una pequeña sonrisa.

Los Patrulleros Nocturnos: El Inicio de Gray Archer [Libro 1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora