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—¿Cómo crees que están tus notas, Valentina? —pregunta María mientras conduce —¿Por qué pregunto? De ti no se espera un gran setentón.

—No lo sé, María, todo puede pasar, además el último parcial fue un poco estresante —digo preocupada y asegurándome de que María esté mirando al frente.

Estoy yendo a recoger mis notas del último año en la universidad, y se preguntarán: ¿Por qué no me gradué con los demás? Sí, sí, por alguna razón mamá no quiere y tampoco las madres de mis amigos, es raro, pero no discuto con ella, sólo me llama una vez al mes. A veces ni siquiera lo hace. Ella cambia de número siempre, pero bueno, qué más da.

—Te esperaré en el auto —me avisa María concentrada mientras parquea este.

—Mhm...

Salgo del auto y cierro la puerta, camino hacia el gran edificio frente a mí con el peor ánimo de volver a este lugar.

Avanzo hacia la administración y toco la puerta nerviosa.

—Pasa —dice una voz desde la oficina.

Abro la puerta y le sonrío tímidamente a la señora.

—¿A qué viene, señorita? —me pregunta la mujer de forma alegre como siempre, diría que es demasiado exagerada.

—Eh, vengo por mis notas. El señor Fenton...

—Ah sí. Hubiera iniciado por ahí —me interrumpe —. Aquí están —me los entrega —. Se puede ir —me echa y camino hacia la puerta.

—Gracias.

Pero qué odiosa, al menos no volveré a verle la cara, todos saben que se acuesta con el señor Fenton.

Empiezo a caminar por los pasillos para dirigirme hacia la salida, algunos cursos no habían terminado, entonces había mucha gente caminando de un lado para el otro, acto que me incomodaba mucho.

—¡Valentina! —escucho pasos rápidos hacia mí y la persona toma mi brazo — Te quería preguntar algo —me volteo para verle la cara y era Carl.

No me relaciono mucho con personas, sólo con mi grupo, y Carl es otra excepción, él trata de actuar tan agradable conmigo que me parece muy molesto, no soy su amiga, ni siquiera estoy interesada en serlo.

—¿Q-Qué quieres? —le pregunto tratando de sonar normal, pero como siempre, tartamudeo.

—Bueno, sé que ya te vas y no te volveré a ver, pero quisiera saber si quieres salir conmigo mañana ¿qué te parece? —se agarra las manos nervioso.

—Yo no... creo que.... mmm.

—¿Puedes?

Saben que para mí es muy difícil negar algo, por lo que las personas se aprovechan de ello.

—Ella no puede salir contigo, Carl —se acerca Lorena mirándolo de mala gana —. Ella ya tiene una cita conmigo mañana, lo siento. La verdad no, adiós —comenta mientras me aleja de ahí llevándome por otro pasillo.

Me suelto de su agarre y la miro por un momento hasta darme cuenta de lo que ha hecho.

—Gracias por salvarme Lore.

—No hay de qué, ellos saben lo difícil que es para ti negar algo y aún así ellos te...

—Ya no importa —la interrumpo. Ella me mira tristemente y da unos pasos hacia mí.

—Ya te vas, Val.

—Yo también te voy a extrañar, Lorena —me toma de las manos y la miro confusa.

Viviendo En Mentiras ( EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora