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Ese mismo día...

Me sorprendí demasiado cuando Asher me mandó un mensaje preguntándome si quería ir a la feria, le respondí que sí, obviamente. Oportunidades como éstas no se desperdician.

Ahora me encontraba sentada en su auto mientras él conducía hacia nuestro destino.

—Nunca habías ido a uno, ¿cierto?

—No... —le sonrío tímidamente.

—Yo tampoco.

—¿Por qué no habías venido antes?

—Pregunto lo mismo.

—En mi caso, me asfixia estar rodeada de tantas personas.

—A mí tampoco me gusta —me voltea a ver por un segundo —. Quería venir con Sebastian, pero le tiene miedo a las alturas, María no tenía tiempo e Isabell no quería verse en una situación en la que su cabello y ropa se estropearían.

Suelto una baja risilla mientras niego con la cabeza.

》Y bueno, en unos días se va la feria así que te invité.

Asher estaciona el auto y bajamos de el.

Escucho el ruido de personas gritando y giro mi cabeza hacia aquella dirección. El corazón se me acelera al ver cómo una máquina los lleva de arriba hacia abajo a toda velocidad.

—¿Te quieres subir a ese? —Asher sigue mi mirada.

—No quiero morir de esa forma.

—No creo que lo harás.

Él estaba loco si pensaba que me iba subir a eso con él.

En cuanto salimos del estacionamiento, quise volver al auto. Había demasiada gente y lo peor es que algunos nos quedaban viendo como si fuéramos algún espécimen.

Me acerco más a Asher cuando alguien choca contra mi hombro.

—No te alejes tanto —grita entre el ruido.

—No pensaba en hacerlo.

Un grupo de chicas pasa a nuestro lado riendo a carcajadas y sentí que era de mí.

Odiaba estar en este tipo de situaciones, me repetía mentalmente que sólo eran adolescentes, probablemente se estaban riendo de algo gracioso que dijo su otra compañera. O eso quería creer yo.

Esperé en un banco mientras Asher compraba las tickets. Fue lo peor, estar ahí sentada sin poder hacer nada, sin hablarle a nadie y sólo mirar el piso para evitar contacto visual con alguna persona desconocida.

Vuelvo a levantar la cabeza cuando visualizo un par de zapatos frente a mí.

Asher me hace una seña para que vaya con él.

—¿Dónde quieres ir?

—Donde tu quieras.

—Vamos, elige —le sonrío y busco a mi alrededor alguna atracción que me llamaba la atención —. Eso —apunto en dirección de una caja grande en donde algunas personas se estaban metiendo.

—Eso no es un juego, es para tomarse fotos. Elige otra cosa.

—Ah —él parecía más familiarizado con esto y según él, nunca había venido antes —. Aún así, quiero ir.

Niega con la cabeza y suelta un suspiro.

—La siguiente atracción la elijo yo.

Caminamos hacia la cabina y esperamos por momento hasta que las otras personas salieran.

Viviendo En Mentiras ( EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora