Abro los ojos de golpe y noto que mi respiración está muy agitada, escucho mi celular sonar y me siento en la cama haciendo que mis pies toquen el suelo. Agarro el aparato y en esta sale que Isabell me estaba llamando. Cojo el teléfono, contesto y lo pongo en altavoz.—Buenos días, nena.
—Buenos días... —camino hasta el tocador y me siento en un pequeño sillón que estaba delante de este, acuno mi rostro con mi mano y miro la pantalla confundida.
—Pensé que te había hecho algo malo — dice y yo frunzo más mi ceño. Miro mi reflejo frente al enorme espejo que tenía, y me dispuse a preguntar.
—¿Por qué pensarías eso? ¿Hemos peleado o algo?
—No, solo supuse. No contestabas mis llamadas, bueno, mis 25 llamadas perdidas...
—¿Q-Qué? ¿Cómo?
Mi cuerpo se tensa al recordar aquel sueño, era muy extraño, vuelvo a mirar mi reflejo y siento lágrimas empapar mis mejillas.
—Sí... te estaba llamando desde muy temprano, como las 6:00 a.m. no sé, al parecer no has revisado tu celular, parece que tienes un día muy ocupado.
Reviso la hora y noto que son las 11:00, frunzo más mi ceño y miles de preguntas empiezan a rondar por mi cabeza. ¿Y si en verdad hubiera estado en ese lugar? ¿Fue un sueño? No, no, solo fue un sueño, ¿pero cómo no me desperté al escuchar las llamadas de Isa?
Salgo de la llamada y entro a llamadas recientes, se me seca la garganta al ver los 25 intentos de llamada, deslizo mi dedo sobre la pantalla para llegar al primero que hizo, marcaba las 6:05.
—¿Valentina? —me desconcentro y recuerdo que Isa aún no había colgado.
—Perdón, lo tenía en... ¿vibración? — miento, pero me sale más como pregunta —Sí, lo tenía en vibración, estaba... haciendo un postre.
—Bien. Qué bueno, a lo mejor cuando vengas a mi casa me traes un trozo — suelto una risa falsa que por seguro notó —¿Estás bien? —ay no, sabe que no estoy bien, sabe que estoy mintiendo, ¿ahora qué excusa le diré?
Me limpio las lágrimas ya secas y sonrío frente al espejo, convenciéndome de que estoy mejor que nunca, fingiendo una sonrisa como si alguien me estuviera mirando en el momento.
—Sí, Isa, lo estoy —le respondo sin borrar mi sonrisa.
—Bien, te alistas. Creo que hoy es el día perfecto para que hagamos una pijamada. Ten en cuenta que te necesitaré un par de días conmigo, hay que recuperar nuestro tiempo perdido y qué mejor momento que este. Entonces te espero, llega a las 1:00 p.m. tenemos que ver una serie que acaba de salir, el tráiler está buenísimo, no te tardes.
—Bueno, empieza a hacer los snacks.
—Recuerda que tengo un almacén lleno de ellos —suelta un suspiro. De seguro está ansiando el momento en que llegue para comenzar a comerlos.
Cada vez que hacíamos pijamada no comíamos muy saludable por decirlo así, y creo que es por eso que a Isabell le entusiasmaba tanto la idea, podía dejar al lado su dieta sin sentirse tan culpable por ello.
—Se me escapó aquel detalle —río y luego borro mi sonrisa —. Entonces, nos vemos a las 12:59...
—Claro, solo deja espacio para más comida. Hablo en serio.
Me la imagino con una gran sonrisa dibujada en el rostro. Lo que más me gustaba de pasar tiempo con Isa era que siempre nos divertíamos, ella se preocupaba por mí y cuando la pasábamos juntas siempre mostraba lo mucho que ella me valoraba.
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Viviendo En Mentiras ( EDITANDO)
Misteri / ThrillerUn grupo de cinco mejores amigos, ellos dicen que se conocen mutuamente, pero... ¿Acaso eso es verdad? ¿Acaso en todos esos años de amistad se siguen guardando cosas que son imposibles sacar a la luz? ¿Qué tan malos son esos secretos para que nadie...