37♤

47 32 0
                                    

No estaba preparada para esta llamada para nada...

—Ya estoy en la ciudad —escucho la voz ronca de Zeyn.

—¿Ya?

—Sí, no... no sé a dónde tendría que ir ahora.

—Ok, no te preocupes, ¿dondé estás?

—Eh... —hace una pausa —no lo sé exactamente, pero te voy a mandar mi dirección.

—Bien, ya llego, no te muevas de ahí, ¿sí?

—Entendido, Valentina... gracias— miro la pantalla por unos segundos y sonrío.

—No hay de qué —le cuelgo y suelto un suspiro.

《Valentina, estás haciendo lo correcto, lo estás haciendo.》Me autoconvenzo.

¿Por qué me he puesto nerviosa? No es que fuera a pasar algo malo, es mi primo...

Me cambio la ropa y me pongo algo que no era tan común en mí, el negro, era un color que me quedaba igual de bien que los otros, pero siempre me decían que chocaba con mi personalidad, aunque me encantaba usarlo en ocasiones especiales, me daba la suficiente confianza de hacer las cosas.

Recojo mi pelo en un moño alto, me pongo una camisa negra de cuello de tortuga con una minifalda que tiene una pequeña abertura, unas medias semitransparentes del mismo color, unos botines café oscuro y para completar el outfit, un abrigo.

Salgo de la casa y tomo un taxi, le digo la dirección al chofer y al parecer Zeyn estaba más lejos de lo que me imaginé.

Mi celular vibra y lo primero que pienso es en Zeyn, pero no, el nombre de María se ilumina en la pantalla de mi celular y dudo si debería de contestar.

Si no lo hago, sabrá que algo está pasando, agh.

—María...

—¿Estás en tu casa?

¿Qué se supone que debería de contestar?

Si digo que sí, puede que esté en camino y sabrá que estoy mintiendo.

Si digo que no, se escuchará un poco más creíble, aunque ella sabe que no me gusta salir.

—No, estoy yendo de compras...

—Oh, entiendo, cuando llegues a casa me avisas por favor.

—¿Querías visitarme?

—Bueno sí.

—Oh... —la sensación algo revoloteándose en mi estómago me hace sonreír inconscientemente —Te avisaré, adiós.

—Adiós —espero a que me cuelgue y guardo mi celular.

¡Está ansiosa por verme!

Calma Val, no es la gran cosa, sólo me quería visitar, no te emociones, por ahora concéntrate en Zeyn.

Luego de unos veinte minutos me bajo del taxi luego de pagarle y frunzo el ceño al ver el lugar, estábamos en una calle bastante angosta, a ambos lados se extendía un gran edificio de cinco pisos de alquiler, en el costado de éstas sobresalían las escaleras de emergencias.

Miro a ambos lados tratando de encontrar a mi primo.

¿Y si se movió de dirección o el taxi me trajo al lugar equivocado?

—¿Valentina? —escucho a alguien gritar mi nombre y visualizo a Zeyn sentado en uno de los escalones —¡Valentina!

—Zeyn.

—Sí.

Me acerco a él y de inmediato me envuelve en un abrazo.

Santo cielo, es alto, altísimo. Su pelo era igual de rizado que el mío, solo en la parte de arriba de su cabeza estaban sus pequeños colochos y a los lados estaba rapado.

Viviendo En Mentiras ( EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora