Viviendo En Mentiras ( EDITANDO)

8♤

Miro mi celular y nada. Qué raro, Isa siempre me llama y no lo ha hecho.

《Puede que quiere que tú lo hagas...》
《¿Tu crees?》
《Sí, obvio.》
《Mhm, bien.》

Entro a contactos y la llamo.

Primer pitido, segundo pitido, tercero, cuarto, quinto... Nada.

—El número que usted marcó está apagado o fuera de servicio, por favor revise el número o marque nuevamente.

Agh.

Me paso la mano por el pelo e intento unas dos veces más, pero en ninguna me contesta y la misma voz del busón se escucha por toda la habitación.
Miro mi pantalla impaciente esperando su llamada.

Otro día sola...

•○•♡○•○

Tecleo rápido en mi computador y releo lo que tengo escrito.

—¡No! Agh.

Es que no puede ser eso.
Golpeo la mesa frustrada.

—No tiene sentido...

Me encontraba escribiendo teorías de por qué siento que mis amigos me están escondiendo algo, no tenía nada más que hacer ya que ninguno de ellos me contestó la llamada.

Me vuelvo a concentrar en la pantalla y elimino todo lo que he escrito hace poco.

¿Cómo se me ocurrió que me escondían algo porque me iban a hacer una fiesta sorpresa para mi cumpleaños?

Es lo primero se me ocurrió. Lo sé.

Es obvio que no es eso.

¿Que tal si... están haciendo cosas ilegales?

Bingo.

—Puede ser eso digo —en voz alta.

Rebusco algunos papeles con notas que tengo en la mesa y escribo mi teoría antes de que se me olvide.

¿Y si es eso lo que están haciendo ahora?

Sí... Están teniendo una reunión para...

Me distraigo al escuchar mi tono de llamada, en la pantalla se ilumina el nombre de Isabell y contestó rápido.

—Lo siento nena —comenta ella antes de que yo pudiera hacerlo.

—No te disculpes.

—Jaja, vamos, me has estado llamando toda la mañana —eso me hace sonreír porque era verdad.

—Te lo recompensaré.

—No es necesario, solo quería hablar un poco contigo.

—¿Conmigo?

—Sí...

¿Por qué le sorprende tanto?
Hay ocasiones en el que solo queremos hablar con alguien y ya.

—Bueno, a mí me gustaría mucho hablar contigo, de hecho tengo algo que decirte no sé si para ti es una buena noticia, pero... —se detiene.

—¿Pero qué?

—Eh... ¿Vendrás al menos por mí?

—¿Ir a dónde Isabell?

—¿Sí o no?

—Que no, o sea, ni siquiera sé a dónde.

—En eso no hay problema. Te encantará querida, yo te llamaré. Muaj —tira un beso y frunzo el ceño —.Adiós nena.