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Revisé las cámaras toda la noche y mi intuición no me defraudó, casi nunca lo hace.

La vez que "ninguno salió de su casa" fue lo contrario.

Así que sí, ahora me encuentro en mis momentos más esquizofrénicos y eso da por el hecho de que me encuentro en el restaurante Benoit ahora mismo con una peluca rubia, ropa de buena marca y un maquillaje casi irreconocible.

Hace una hora que la ubicación de Santiago me dijo que estaba aquí, y obviamente no me importó del todo si me volvían a engañar, es por eso que estoy como una payasa esperando en una de las mesas sin nada de comida y solo viendo a los meseros caminar de un lado para el otro y a gente entrar y salir del restaurante.

Ya he pasado mucha pena aquí, me han preguntado dos veces lo que quería y les dije que esperaba a alguien. De seguro se están burlando de mí, aunque yo me lo busqué.

Volteo a ver a la recepción y pelo los ojos cuando una persona que reconozco mucho con un aura bien indiferente pasa delante de mis ojos, seguido de otras cuatro.

—Disculpe, señorita —el mesero se detiene en frente de mí y miro hacia otro lado cuando Asher voltea a ver.

—Sí sí, ya quiero ordenar —agarro el menú y medio miro lo que está en la lista, mis ojos estaban más pendientes en mis amigos —. Dame el foie gras y un vino tinto por favor.

—Ya le traeré la orden —se retira y se me desfigura la cara cuando los otros se ubican en la mesa de enfrente.

Bajo la mirada hasta mi celular como si estuviera buscando algo.

¡Se han reunido los cuatro y no me han reconocido! Es un nuevo avance Valentina. Ahora no me siento tan estúpida al esperar tanto tiempo y lo mejor es que su mesa está frente a la mía.

Espera, ¿si hace una hora la ubicación de Santiago indicaba que estaba aquí y los otros también estaban con él significa que se fueron a las salas?

Estuve esperándolos en el restaurante y ellos ya habían llegado desde mucho, qué cruel...

—María, ¿le dijiste a Valentina que vamos a viajar? —habla Isa y levanto la cara de enseguida al escuchar mi nombre.

—Sí, se emocionó mucho —se le dibuja una sonrisa en la cara y sonrío de igual forma.

—Te agradezco por eso, Santi.

—Eso no es nada... —abro más los ojos. Ya habla como millonario.

María abre la boca para hablar y luego la cierra indecisa, al final dice:

—Quién le dirá a... —carraspea —que una invitada especial llegará en unos días.

Todos quedan en silencio y me cuestiono si están hablando de mí.

Hace unas semanas Isabell y María estaban hablando de algo similar. ¿Por qué nunca pronuncian el nombre de la persona? ¿Tan malo es o siempre se sienten vigilados que tienen mucho cuidado con cada palabra que van a emitir?

—La jefa no nos impidió hacerlo... — Santi rompe el silencio.

—Pero nos matará si lo hacemos—le recuerda Isa.

—Sí... —hago contacto visual con Asher y aparto la mirada de inmediato mirando hacia la ventanilla.

Valentina no te cubras el rostro que sospechará, no lo hagas.

Wow, las nubes están muy hermosas hoy, hasta hay figurillas ¡qué lindo!

La sensación de que alguien me observaba me carcomía por dentro y sabía que era Asher. Si se da cuenta que soy yo, todo se termina.

Viviendo En Mentiras ( EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora