Viviendo En Mentiras ( EDITANDO)

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— ¡¿Qué es esto?! Ha cambiado mi cerradura por una electrónica.

De inmediato recibo un mensaje y no me sorprendo al ver el nombre de María ahí.

La contraseña es la fecha de mi cumple.

¿Por qué hiciste esto?

Es por tu seguridad, no iba a dejar que fueras a tu casa pensando que con la cerradura que tenías antes esas personas pudieron entrar. 

Bien... ¿pudiste averiguar quiénes eran aquellas personas?

Aún no, pero no te preocupes, me aseguraré de que nada parecido te vuelva a pasar. Avísame si encuentras o escuchas algo sospechoso.

Lo haré...

No. No lo haré, le he ocultado todo sobre el desconocido, y lo de esto no será una excepción.

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Frunzo el ceño al recibir una llamada de Zeyn.

No mentiré, la última vez que hablé con él, se comportó algo raro, fue muy sospechoso...

—Hola, ¿qué pasó?

—Nada interesante, creo.

—¿Bien...?

—Valentina —me llama con una voz bastante seria —, me quería disculpar por lo de la otra vez, estaba muy enojado y no debí... no debí...

—No te preocupes, Zeyn, a todos nos puede pasar alguna vez —lo calmo.

—He discutido con mi madre y en los pocos días todo ha sido una mierda.

—Pues, no sé qué decirte, no manejo la situación, pero por lo poco que escuché el otro día al parecer tus gritos la alertaron.

—No fue por eso —me corta —. Ese fue el inicio de toda la discusión, pero en parte fue por algo muy malo que descubrí —se queda en silencio por un momento y carraspeo. ¿Qué puede ser tan malo? —Quiero escapar de casa.

—¡¿Qué?! Perdón, ¿por qué quieres hacer algo así?

—No me siento seguro en mi propia casa, no me siento libre, me siento atrapado, asfixiado y harto de todo esto.

—Lo entiendo, de veras. Me sentía igual.

—Pero ahora puedes hacer lo que te plazca, tu madre no está más en tu vida.

Mi madre no está más en mi vida...

Es cierto, es como si nunca hubiera entrado en ella.

—Puede que lo que digas sea cierto, pero eso no significa que solo por tener libertad podré hacer lo que me plazca. Hay algo que se llama consciencia, Zeyn, y yo sé si lo que estoy haciendo será para mi beneficio o no.

—No tengo amigos, no sé lo que es divertirme fuera de casa. Me siento como un esclavo haciendo cada una de las cosas que me obliga a hacer mi mamá. Y si no lo hago bien...