𝐀𝐂𝐀𝐃𝐄𝐌𝐈𝐀 𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒𝐓𝐄𝐑 ✔️

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MÚSICA
I Found - Amber Run

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Capítulo 31
La misión fallida parte 4

Deylen la había hecho saltar a su lado y se habían aparecido en el piso superior de donde se encontraban solo que ahora él la obligaba a correr lejos del caos.

Los demonios se habían percatado de ello y los siguieron subiendo por los escombros y saltando hacia el segundo piso del laboratorio.

—¡Sácanos fuera de la brecha! —le gritó Margo tratando de pensar en algo que les evitara tener que enfrentarse a tantos demonios.

—No tengo la energía para hacerlo... —le confesó él.

Aquello era algo que Deylen todavía no le había revelado a Margo, y eso era que al usar muy seguido sus saltos llegaba a cansarse. No lograba agotarlo por completo como para poder saltar en el espacio tiempo a lugares cercanos, pero cuando se trataba de lugares mucho más alejados, era demasiada energía que lograba consumirlo.

Margo al escucharlo supo que lo único que les quedaba era correr, correr lo más que pudiesen.

—¡Escucha! —le gritó Deylen sin detenerse a su lado—. Vamos a enfrentar al que nos viene pisando los talones, los otros están demasiado lejos y podemos ganar algo de tiempo.

—¿¡Cómo!? —a Margo el simple hecho de imaginárselo le aterraba.

—Te dije que confiaras en mi, ¿lo harás? —Deylen la observó sin dejar de correr. Margo lo miró a aquellos ojos azules—. Margo, si no lo haces no saldremos...

—Confío en ti —asintió y de verdad lo hacia, confiaba en su destreza, en su técnica, en su habilidad.

—Entonces, detente y enfréntalo —le ordenó él antes de saltar en el espacio tiempo.

Margo sin poder creerlo se detuvo en seco por aquel pasillo. Volteó y se encontró con aquel inmenso demonio que corría descontroladamente hacia ella.

¿Deylen la había abandonado?

No... no podía ser.

Margo en shock vio la muerte más cercana que nunca.

Aquel demonio estaba por alcanzarla, le quedaba tan poco, tan solo unos pasos y se la devoraría viva.

¿Así moriría? ¿Ese sería su final?

Margaret Anderson siempre pensó en como sería su muerte.

Uno de los escenarios que se imaginó había sido rodeada de drogas en un ataque de depresión donde se ahogaba en pastillas, la segunda era en las manos de Oscar, el dueño del orfanato siendo violada y ahorcada con violencia, la tercera y última muerta de hambre en un callejón intoxicándose con comida en mal estado de un basurero.

Jamás en toda su vida hubiese imaginado una muerte como aquella, siendo devorada por un demonio procedente de otro mundo, un monstruo de múltiples brazos y piernas que deformaba su cuerpo volviéndose más grande y aterrador.

Pero entonces, reflexionó.

Deylen le dijo que confiara en él y ella lo hacia, de verdad lo hacia. Le dijo que lo enfrente, le dijo que luchara contra aquella cosa y que venciera sus miedos.

Margo entonces recuperó el aliento.

Sus ojos grises veían a ese ser oscuro acercarse a gran velocidad moviéndose por el suelo, por las paredes y el techo del pasillo.