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MÚSICA
After Dark - Mr.Kitty

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Capítulo 62
Tendré que romper nuestra promesa

Margo vio como el director abría la puerta y de dentro provino una luz amarillenta que inundaba todas las paredes de aquella habitación. Se trataba de la luz de las velas, no había lámparas y eso la desconcertó. Pensó que quizá tenía algo que ver con el supuesto control de la detención de poderes de la que el director le había hablado.

Ella observó todo su alrededor.

Se trataba de una habitación amplia y fresca por la altura del techo. Las paredes como las del pasillo eran de piedra y por culpa de las velas su color era igual de amarillento. Algunas columnas rodeaban una pequeña tarima circular en el centro del lugar donde en esta se encontraba él...

Deylen se hallaba sentado con sus piernas cruzadas sobre un almohadón en el suelo. Sus manos estaban tras su espalda, pero Margo imaginó que estas se encontraban atadas, sería lo más razonable ya que nada parecía contenerlo. Su cabeza gacha miraba sus piernas entrelazadas, su cabello blanco ahora no le permitía ver su rostro. Quizá estaba dormido... pero ella dudaba demasiado de ello.

Margo ingresó lentamente y con precaución se detuvo a unos metros de él, justo en el escalón de aquella baja tarima.

Se le revolvía el estómago al verlo, él siquiera la observaba aún, pero ella podía imaginarse que lo haría tal igual como lo había hecho ese día...

El día que siquiera la había reconocido.

Sus ojos grises observaron su cabello blanco caer alborotado sobre su frente. A Margo todavía le costaba asimilar aquello, que ese color fuese fruto de su potencial. Sentía que había tantas cosas que no sabía sobre él, que nunca le había contado y quizá ahora era la posibilidad de averiguarlo absolutamente todo.

—Deylen... —lo llamó la muchacha algo temerosa.

El joven tomó aire, sus hombros se alzaron y su pecho se ensanchó provocando en ella una leve esperanza. Entonces con frustración, suspiró.

—Ya me estoy cansando de que me tengan atado... —dijo este moviendo lentamente las manos tras su espalda evidenciando sus ataduras.

Margo lo leyó en sus pensamientos, aquellas sogas que lo sujetaban eran especiales y él lo había descifrado en el momento en que había despertado con ellas. La soga inhabilitaba sus poderes, pero no solo eso... sino que también su fuerza por lo que deshacerse de ellas era prácticamente imposible.

—¿Cómo te encuentras Deylen? —le preguntó el director con una cordial sonrisa ladeada.

Deylen alzó lentamente la vista hacia ellos, el parche había desaparecido, ahora ambos ojos azules y sanos lo observaban desde su distancia. No había nada de carisma en ellos, por lo contrario, se podía sentir la ira y frustración que llevaba contenido dentro.

—Muero de hambre —gruñó este con enojo.

—Si, lo lamento, lo había olvidado... —el director miró a Margo por unos segundos—. ¿Te molesta si voy a buscarle algo para comer?

Margo lo miró como si estuviese loco.

—Pero... —sus labios balbucearon.

—Atado no podrá hacer nada —le sonrió el director con calma—. Solo será un minuto, trataré de no retrasarme.

Hal siquiera le dio la opción de discutir, abrió la puerta y cerrándola tras su espalda, Margo vio como los dejaba completamente solos. Pensó que quizá aquello lo había hecho realmente a propósito, como cuando le había dicho a Deylen que le diese esas clases particulares para que dejasen de pelear... aquello era prácticamente lo mismo.

𝐀𝐂𝐀𝐃𝐄𝐌𝐈𝐀 𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒𝐓𝐄𝐑 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora