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MÚSICA
Bad Guy — The Interrupters

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Capítulo 2
La cárcel

Margo no dejaba de mirar al muchacho encerrado en la celda junto a la suya, sus bancos de cemento estaban enfrentados y sentarse sin verse mutuamente era casi imposible. Por lo que todas aquellas horas que Margo había pasado por la madrugada aquella noche, había estado peleándose con aquel joven.

—A tu madre le gustaría que la llamaras, ¿sabías? —le dijo al chico que la miraba con una sonrisa burlona—. Y que dejaras las drogas, un poco más y sería la segunda vez que te internaran en el hospital por sobredosis.

Margo, por aburrimiento había estado divagando en la mente de aquel joven, era como un pasatiempo luego de contar todos los barrotes de su celda y los ladrillos contra su espalda.

La sonrisa del joven fue desapareciendo lentamente y en su expresión Margo pudo ver la sorpresa, pero no era ninguna sorpresa para ella su reacción. Todos reaccionaban de la misma manera y siempre hacían la misma pregunta.

—¿Cómo sabes eso? —imitó su voz al unísono mientras él le hacia la misma pregunta.

—¿Cómo haces eso? —Margo volvió a imitar su voz sabiendo lo que seguiría a aquella pregunta, y claramente al mismo tiempo el chico se sorprendió de que dijera sus mismas palabras.

—¿Eres de la CIA, el FBI o algo? —le preguntó sorprendido.

Margo comenzó a reírse, no pudo evitarlo. Entonces lo miró como si fuese estúpido de verdad.

—¿De verdad crees que si estuviese con la CIA o el FBI estaría encerrada en esta celda? —le preguntó entre risas, de igual manera el joven la miraba con impresión—. Lo que hace la droga hoy en día...

—¿Vienes del futuro? —le preguntó y aquello no era en chiste.

—¿Qué dices? —se rió nuevamente ella inclinándose sobre sus rodillas—. Eso es nuevo...

Era la primera vez que le hacían esa pregunta y a pesar de lo que podía hacer, la muchacha lo encontraba absurdo. Simplemente comenzó a ignorarlo antes de que tuviese que contestar más estupideces como aquellas.

—Oye... linda —el muchacho se levantó de su asiento y se dirigió a ella para hablarle más de cerca casi en un susurro—. ¿Cuándo será el Apocalipsis? Se que habrá uno, y se que tú sabes cuando será, así que anda, dime...

Margo lo miró seriamente, tenía ganas de pegarle pero gracias a aquellos barrotes le sería imposible. Así que simplemente con bronca se dirigió a él y lo observó directamente a sus ojos.

—Cierra el pico —le ordenó y entonces el chico de repente, no pudo abrir su boca literalmente, como si tuviese los labios sellados.

Se llevó las manos hacia su rostro y horrorizado comenzó a gritar, un grito ahogado que poco llegaba a escucharse a causa de sus labios cerrados. Comenzó a dar vueltas por toda la celda asustado de lo que ella le había hecho.

—Si... ve acostumbrándote —le sonrió satisfecha—. Quizá eso solucione tu adicción.

Se acomodó en aquel banco de cemento donde sentía como los huesos de su trasero comenzaban a entumecerse.  

—Margaret Anderson —uno de los oficiales se acercaba a su celda con unos archivos en sus manos donde seguramente se encontraban todos sus antecedentes y claramente los delitos en los que la habían atrapado, la mayoría eran por robo.

𝐀𝐂𝐀𝐃𝐄𝐌𝐈𝐀 𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒𝐓𝐄𝐑 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora