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MÚSICA
Strange - Celeste

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Capítulo 37
¿Es tan cruel?

Margo divagó por los pasillos ovalados de la torre de los cuartos de los chicos, aquella forma le parecía de lo más anormal. Estando en el estado que ahora la droga que había consumido le proporcionaba a su sistema, todo a su alrededor parecía descomponerse pero para su beneficio.

La muchacha sentía como caminaba por aquellas paredes y aunque en realidad no lo estaba haciendo, de verdad lo estaba viendo con aquellos ojos inundados de irrealidad.

No supo cómo, pero bajó las escaleras de la torre. Cada escalón parecía estar mas abajo que el anterior y eso le generaba una sensación de caída en su estómago que le robaba una enorme sonrisa.

Margo asustada se sentó y comenzó a arrastrarse para ir más segura hasta el último.

Continuó en dirección a la cocina, aquel recorrido le había parecido tan corto y rápido que ese simple hecho la hizo reír como una tonta.

Margo no se había dado cuenta pero a medida que caminaba había comenzado a bailar, dentro de su cabeza había comenzado a sonar una especie de música que sacaba toda la emoción y adrenalina que llevaba guardada dentro.

Cerró sus ojos y comenzó a mover su cabello, sus manos lo tomaron entre sus dedos y enredándose en este se dio cuenta lo largo que lo tenía en realidad. Cuanto más lo peinaba, más largo se hacía. Margo se detuvo a verlo con sus propios ojos y vio sus reflejos en castaño mucho más claros que su color natural.

Entonces se encontró con los brillos y las luces... como si una bola de boliche la estuviese iluminando ahora mismo reflejando en ella todo aquel brillo.

Alzó la vista hacia el frente y se encontró con una silueta que en cuanto la descubrió a ella también se detuvo en seco.

Margo tuvo un dejavú.

—No... tu de nuevo no... —movió su cabeza de lado a lado rotundamente negada a continuar en su dirección.

Los ojos de la muchacha se encontraron con la misma figura de aquel callejón, su altura, su cabello negro como la noche, igual de revuelto y despeinado como siempre, su postura, su forma de caminar... sus ojos azules...

—¿Margo? —el muchacho frunció el ceño confundido.

Margo le dio la espalda y se dirigió en la dirección opuesta a la que él se encontraba. No quería tener nada que ver con aquella sombra, recordarlo le daba escalofríos y ahora bajo aquellas sustancias el miedo lo único que hacia era incrementarse.

Sin embargo, aquella silueta no la dejó escapar tan fácil. Margo imaginó que aquello podría llegar a suceder, así era ese hombre, manipulador, frío, aterradoramente persuasivo. Pero lo que había pasado por alto es que esta vez no se trataba de ese hombre.

Deylen se interpuso en su camino, Margo no lo había visto, pero había saltado hasta dónde ella se encontraba.

Ella aterrada con sus manos juntas a la altura de su propio pecho alzó la vista hacia el rostro de él. Margo temblaba del terror, literalmente su cuerpo no paraba de estremecerse imaginándose lo que podría hacerle a continuación.

Pero entonces se encontró con unos pequeños y ovalados lentes oscuros que cubrían sus ojos por completo. Margo llevó sus manos hacia aquellos lentes de sol y se los quitó lentamente deslizándolos por el cuenco de su nariz.

𝐀𝐂𝐀𝐃𝐄𝐌𝐈𝐀 𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒𝐓𝐄𝐑 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora