𝐀𝐂𝐀𝐃𝐄𝐌𝐈𝐀 𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒𝐓𝐄𝐑 ✔️

61

MÚSICA
Strange - Celeste

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Capítulo 61
¿Estás preparada?

Margo nerviosa se comía las uñas al mismo tiempo que lo observaba recostado sobre aquella camilla. Grace retiraba el vendaje de su rostro que él mismo había colocado, y Holly le quitaba la ropa que llevaba puesta cortándola con una tijeras para no tener que levantarlo.

—Oh dios... —horrorizada, Grace vio lo que había bajo la venda.

—¿Qué...?

Margo preocupada se arrimó por encima de la camilla y vio lo mismo que la enfermera. La muchacha vio a lo que se refería y no podía ser más horrible. El hilo, su párpado inflamado, la sangre seca que lo rodeaba. Mitad de su rostro siquiera era capaz de reconocerlo.

—Se coció el párpado él mismo... —Grace deslizó su dedo por encima de el hilo que todavía unía su piel.

Holly por otro lado, sujetó sus manos a los costados de su cuerpo, fue entonces cuando descubrió las heridas de sus dedos.

—Le faltan todas las uñas —Holly le quitó el abrigo y la remera dejando su torso al descubierto, Deylen también había cocido todas las cortaduras de su pecho y abdomen, hasta las más profundas, aunque con los moretones no pudo hacer mucho—. Pobre chico... ¿por qué le harían todo esto?

El director Hal Lancaster estaba vigilando todo el procedimiento mientras con su poder contenía a Deylen bien dormido, en la profundidad de su inconsciente. Supo entonces que por él, Deylen se encontraba como estaba ahora mismo.

—Es mi culpa... —les confesó tanto a Grace como a Holly y a Margo que se había metido en aquella enfermería sin permiso alguno. Hal claramente se lo otorgó, después de todo, le tocaría el trabajo sucio—... si está en este estado es porque lo torturaron, lo querían a él para que les dijera dónde está el juramento.

Grace y Holly estaban al tanto de aquello, pues ellas eran del mismo tiempo que el director. Ambas habían vivido la terrible época de Vladimir también.

—¿Vladimir está en su búsqueda? —Grace preocupada alzó la vista hacia el director.

—Esto lo confirma... quería que Deylen se los dijera —Hal negó con la cabeza apenado.

—¿Cree que se lo dijo? —le preguntó Holly ahora aterrada.

Si Deylen le había dicho la locación del juramento, era evidente que habrían perdido la batalla. No cabría la esperanza y no solo para la academia, sino para el resto del mundo.

—Míralo Holly —lo señaló el director.

Margo lo había visto herido antes, muy herido... pero todavía no se acostumbraba a verlo sangrar, a verlo sufrir de aquella manera como si fuese tan habitual.

A veces Deylen parecía no importarle su vida siquiera, y si bien esta vez no fue la ocasión, la mayoría de las oportunidades que tuvo, no le importó el echo de perder un brazo, la vista, o que lo hiriesen tan gravemente. Lo daba absolutamente todo sin pensar en las consecuencias, como si el hecho de morir no fuese algo relevante.

¿De verdad quería morir? Solo alguien que de verdad no le importase ni un poco se vería como él, actuaría como él.

¿Qué te han hecho como para que seas así, Deylen? Pensó Margo aterrada de la respuesta.

—¿Crees que alguien en ese estado ha abierto la boca? —le preguntó el director. Holly supo que no, Deylen no les había revelado nada, no si se veía de esa manera tan deplorable—. Resistió... todo eso... Después de tantos años sigue sorprendiéndome...