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MÚSICA
Self Control — Laura Branigan

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Capítulo 19
Intenta algo diferente

Margo rodeó con su brazo los hombros de Xenia mientras caminaban por uno de los pasillos de la escuela dirigiéndose directamente al comedor, era la hora de la cena y por supuesto no se la perderían por nada en el mundo.

—Hacía tiempo que no estábamos solas —le dijo Margo mientras la abrazaba con cariño—. No te veo desde la tarde...

Xenia la observó con una sonrisa.

—Estuvimos bastante ocupadas... ¿Cómo te está yendo con el entrenamiento? —le preguntó ella esperando buenas noticias ya que habían pasado unos cinco días desde la primera vez que Margo y Deylen se habían reunido para el trabajo.

Margo suspiró cansada.

—Para nada bien... sigo estancada en el mismo lugar, una y otra vez... —se quejó estirando su cabeza hacia atrás quejosa—. Y sigo sin poder entrar...

Xenia la miró algo preocupada.

—¿Qué es exactamente lo que están haciendo? —le preguntó en un intento como siempre de ayudarla.

—Intento entrar en su cabeza mientras él me bloquea —le explicó Margo—. Poniendo la mente en blanco, es como una pared que no puedo derribar...

Xenia volvió a ver al frente mientras pensaba. Varios niños de unos doce años caminaban por el mismo pasillo y como los demás miraban a Xenia y a Margo con intriga sabiendo que a pesar de los días pasados, ellas seguían siendo las nuevas. A Margo todavía le molestaba aquel gesto, odiaba ser exhibida como un animal de circo, si fuese por ella usaría sus habilidades con esos chicos y los obligaría a humillarse para saber lo que se siente, pero no, había reglas que cumplir y le había prometido a Xenia que haría las cosas bien por una maldita vez así que lo intentaría con su mayor esfuerzo.

—Y... ¿si intentas algo diferente?

Margo la miró cómo si fuese estúpida.

—Xen, fueron cinco clases... —la miró seria—. ¿No crees que ya intenté varias cosas?

Xenia rió mientras negaba con la cabeza.

—Me refiero a que hagas algo completamente distinto... imagino que usas tu fuerza para entrar... pero... —Margo esta vez la escuchaba con intriga, Xenia por otro lado la observó con emoción—. ¿Y si no es cuestión de fuerza? ¿Y si es lo contrario?

Margo se quedó pensando bastante mientras continuaban su caminata hacia el comedor.

—Pero... ¿cómo sé lo que tengo que hacer? —le preguntó esperando a que ella pudiese darle una buena respuesta.

—No lo sé, eso lo tienes que averiguar tú —se encogió de hombros—. No todo se resuelve con violencia, y tal vez este sea tu caso...

Margo asintió.

—Voy a intentarlo entonces... —dijo para sí misma, pero luego volvió a ver a Xenia—... algo nuevo.

Xenia le sonrió de oreja a oreja con aquella reluciente sonrisa perfecta. Era increíble como el aspecto de Xenia y Margo había cambiado desde que habían llegado. No solo por la suciedad, por su ropa, sino por su cabello, por su piel y claramente sus huesos no se notaban tanto a causa del hambre. Literalmente ambas parecían una persona completamente nueva.

𝐀𝐂𝐀𝐃𝐄𝐌𝐈𝐀 𝐋𝐀𝐍𝐂𝐀𝐒𝐓𝐄𝐑 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora