MENSAJES

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Abrí los ojos en una habitación, sentía que había mucha luz, pero supongo que era porque mis ojos estaban cerrados y no se acostumbraban a la poca luz del lugar, intenté tallarme los ojos pero mi mano sólo podía mover los dedos. ¿Qué pasa? Intenté girar la cabeza y eso me hacía sentir mucho dolor.

—Ma… — Logré articular muy débil, mi garganta estaba seca, mis fosas nasales dolían y parecía que no era capaz de hacerlo. Intenté respirar profundamente y hacer un poco de saliva, aunque fue muy difícil, doloroso y casi imposible. —Mamá… — Fue lo único que pude decir, aunque ahora con un sonido más alto, aunque no tanto como quisiera.

Aún así la puerta de la habitación se abrió, y varios gritos se escucharon después. No entiendo muy bien lo que pasó a continuación, hubo mucho ruido, movimiento y yo no podía ver nada más que el techo y ligeramente a mi familia moviéndose, tocándome y yo sólo me quejaba del dolor. No podía moverme como quería, no recordaba nada de lo que mis padres me cuentan, un accidente explica muy bien la luz y el dolor fuerte que aún logro recordar.

El doctor me revisó no muchas horas después y entonces me internaron en el hospital. Mi madre lloraba al parecer de alegría y toda mi familia la imitaba. El doctor me hizo algunos exámenes que no entiendo muy bien y que eran confusos, me explicaron que estuve en coma varios meses, que ahora debía someterme a varias terapias para poder recuperar la movilidad absoluta ya que ahora tenía complicaciones físicas y psicológicas a causa de todo el tiempo que estuve sin usar mi cuerpo.

Mi familia me cuidaba sin descanso, hasta me sentía mal de que no dormían, me propuse recuperarme muy rápido para no causar más molestia en este aspecto, claro que causaré molestias, pero más al propósito.

Mis amigos fueron a visitarme al hospital en cuanto mi hermana les dijo. Lo que más me sorprendió fue que mi jefe viniera, fue algo incómodo, aunque lo primero que me regresó al 100% fue el habla.

—Quise traerte unas flores, espero que no sean de tu agrado para que tengas la motivación de levantarte a tirarlas. — Fue lo primero que me dijo después de mirarnos por unos largos 30 segundos de silencio.

—Realmente son horribles. — Admití, eran unas flores verdes.

—Lo sé, pero las de mañana serán aún peor. — Sonreí.— Así que… has despertado.

—Sí, pero sigo cansada, otros dos meses no me caerían mal. — Bromeé.

—Cuando te descubría que te ibas a esconder en el trabajo a dormir, no era en serio cuando te decía que un poco más y caías en coma. — Sonrió y yo me puse sería.

—¿Cómo puedes bromear con esto? — Fingi tristeza.

—No, no… perdón… yo creí… — Mi jefe parecía triste y apenado. Yo me reí y entonces abrió la boca con asombro. — No puedo creer que hasta te traje flores.

—Es para que dejes de extrañarme tanto. — Me burlé.

— Te extrañé mucho, tanto que contraté a una mesera brasileña, es hermosa.— Admitió.

—Me imagino. — Admití de vuelta.

Quedó en silencio otro buen rato.

— Dejaré esto aquí. — Puso las flores a un lado de mi cama. — Sólo quería verte, saber que era verdad y darte aliento. Será difícil en tus terapias, pero cuentas conmigo para cualquier cosa que se te ofrezca.

—Muchas gracias. — Sonreí y él se fue.

Era el momento perfecto para un beso y el tipo sólo me trae flores feas.

Crepúsculo (LUNATION)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora