Crepúsculo (LUNATION)

FLUIR

Jacob trajo a todos los de la reserva al café, Charlie también fue y gracias al cielo no llegó con Bella, no estaba lista para nada a cualquier cosa que pudiera pasar, había estado ocupada de mi cuerpo y mi mente. Simplemente no me permitía pensar en nada más, siempre estaba hablando con alguien o no había la oportunidad de pensar, habla con Jacob, con Charlie, con Seth, con Sue y después con Alex, el mesero y con los demás de ahí.
Alex es alguien muy lindo, creo que a veces me coquetea, pero no hago más caso que sentirme halagada. Todo se volvió incomodidad porque un día ví que había una mujer que iba por él todas las noches al café.

Desde entonces ya no acepté sus detalles o le coqueteaba de vuelta aunque fuera jugando. Yo soy muchas cosas, menos una quita novios y esto es todo el drama de mi vida, por eso Edward también quizá ahora esté con Bella, porque la estúpida de mi tiene muy marcado el: NO ARRUINES UNA RELACIÓN.

—Val, yo quería hablar contigo. — Alex y yo nos habíamos quedado a cerrar la tienda, toda la semana lo hicimos, pero lo hacíamos en silencio, no hablamos y no es que él no lo intentara, si no que yo fingía estar muy apurada como para hablar o ponía música que impidiera una conversación.

—¿Pasó algo? — Me hice la tonta, aunque realmente quería hablar con él y dejar de andarme por las ramas, me daba rabia que fuera un mujeriego.

— Lo mismo te pregunto. — Dejó el paño con el que limpiaba las mesas y se acercó dejando dos pasos de distancia entre nosotros. —¿Te dije algo que no te gustara? — Parecía preocupado. — Si es así perdóname. — Alex tenía 20 años, era muy lindo, más que guapo, era lindo, bonito, la piel de porcelana, no era muy delgado, movía sillas y mesas muy pesadas, ese era su gym. — Pensé que teníamos una amistad y que estábamos haciéndonos cercanos.

—¿Cercanos? — Me burlé, es un cínico.

— Entonces fue mi error. — Miró al piso derrotado. — Perdóname, yo mal interpreté todo… — Dió un paso atrás.

— No, no es que hayas mal interpretado, es que eres un cínico mentiroso. — Le reclamé y él me miró completamente extrañado, hasta ofendido.

—¿Qué? — Se detuvo en seco.

—Admito que no lo estaba tomando en serio, que hablar contigo y tus atenciones sólo me hacían sentir bien y un poco especial. — Admití. — Pero aunque yo supiera que no iba para más, no te da el derecho de hacer esas cosas, ¿Y si no soy la única? Quizá y estás tratando de la misma forma a tu vecina o a todas tus amigas, no lo sé… pero ¿Tu novia lo sabe? ¿Qué pensará si se entera? — A este punto ya estaba gritándole a Alex y él sólo me miraba muy confundido.

—¿Mi novia? — Preguntó intentando decir algo más, pero sólo balbuceaba. — Yo no tengo novia…

—Alex. — La chica que venía por él estaba en la entrada, sólo me saludó con la mano y una sonrisa amable. — ¿Ya casi sales? Si no… ¿Puedo esperar dentro? Está comenzando a llover.

— Sí, ya casi terminamos. — Alex caminó rápido hacia ella olvidándose de mi y le ofreció asiento. —¿Quieres algo de tomar por mientras? ¿Un chocolate, té o café? — Le dió su suéter que estaba sobre la barra.

—No, así está bien. ¿De qué hablaban? — Parecía curiosa. — Parecían pelear.

—De nada. — Me acobardé, no quería romper nada, ni la escoba, ni su relación.

— Creo que hay un malentendido. — Alex se dirigió a mi. — Yo no tengo novia.

Miré a la chica incrédula, ¿Qué acaso era una relación abierta? Eso no está muy bien aceptado por ahora…