Crepúsculo (LUNATION)

OLVÍDALO

Cuando terminé de leer los mensajes y escuchar el audio con mi propia voz no podía creerlo, tenía recuerdos vagos de aquellos mensajes, también recordaba un hospital y un gran bosque, recuerdo muchas lágrimas de mi parte. Había soñado varias veces con un oficial de policía y personas muy hermosas, pero yo no las conocía. Ni siquiera era un sueño lineal o coherente, eran como algunas frases, sonrisas y hasta sensaciones.

Me quedé bastante tiempo viendo el teléfono, leyendo y analizando los mensajes. Decía que estaba bien, pero no decía dónde estaba. ¿En serio esto pasó? Creería que fue una broma si es que no hubiera mandado esos audios y mi hermana me jura que habló conmigo por teléfono.

Investigué en internet tratando de encontrar algo, pero parecía que ya sabía las respuestas. Como si ya lo hubiera buscado antes, aún así seguí buscando. Porque se supone que me fui y después regresé, pero ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Fue voluntario? ¿Por qué no lo recuerdo? Y la pregunta más importante… ¿Por qué tengo tanta hambre?

Mi teléfono no está conmigo, entonces puede que esté donde quiera que yo estaba… pero entonces ¿Por qué nadie ha llamado? ¿Nadie sabrá sobre mi? ¿Ahora tengo otro yo? ¿Qué pasa con ese otro universo? ¿Qué habrá pasado? Sin pensarlo más tomé mi nuevo teléfono y llamé al número anterior, me sorprendió escuchar que entraba la llamada y me sorprendió aún más cuando una voz masculina respondió.

—¿Hola? ¿Sí? ¿Valeria? — Me quedé helada, sabía mi nombre, sabía que era yo y también… reconocía esa voz, la había escuchado en sueños y también me hacía sentir algo, tristeza, alegría y anhelo.

—¿Quién habla? — Dije apenas en un susurro.

—¡Eres tú! — La voz de la otra línea parecía muy feliz, aliviado y preocupado al mismo tiempo. — Me alegra que estés bien, ¿Regresaste a tu universo? — Varias voces se escucharon al fondo. — Es Valeria, está viva. — El alivio y la alegría se notaban al otro lado de la línea.

— Déjame hablar con ella. — Decía una mujer.

—Hablaré yo. — Dijo otro hombre.

—Dile que me pase a un oso. — Logré escuchar.

Yo comencé a llorar, me sentía muy emocional y no podía controlar el sentimiento, había escuchado esas voces antes, pero... ¿por qué no podía recordar nada? Era frustrante.

—Todos quieren hablar contigo, pero dime ¿Cómo te sientes? ¿Por qué tardaste tanto? — Me quedé en silencio bastante tiempo.

—Lo siento. — Susurré.

—¿Valeria? ¿Estás bien? —La voz se preocupó, hubo un silencio. — Carlisle quiere hablar contigo.

¿Carlisle?

Muchos recuerdos llegaron a mi, pero sólo de él, de cómo me atendió en el hospital, de cuando le hablé de Victoria y también de cuando me revisaba la cadera. ¿Victoria? ¿En serio hablamos de los libros de crepúsculo?

—¿Valeria?

—¿Podemos hablar a solas? — Si mis sospechas eran ciertas en Carlisle, en doctor, en un pueblo, en Victoria… entonces ellos eran vampiros.

—Claro, permíteme. — Un ruido constante y molesto inundó la bocina, después de dos minutos se quedó de nuevo en silencio. — Listo.

—¿Qué pasa? ¿Quiénes son ustedes? — Esperé ansiosa una respuesta, pero sólo recibí silencio.

—¿No recuerdas nada? — Una voz profesional y neutra vino de su parte un tiempo después rompiendo el silencio.

—Desperté hace casi seis meses, me dijeron que estuve en coma, y recuerdo el accidente en sensación, pero no recuerdo todas las escenas.