Esa mañana desperté en una situación más que envidiable, despertándome junto a una Carla y Rosa desnudas abrazándome y la señorita maga (aunque técnicamente era Luna usando su cuerpo) en una situación similar pero sobre mi.
-Chicas, hora de despertar, tengo que abrir la tienda y ustedes tienen trabajo ¿No? -Dije al ver la situación.
-Nah, cinco minutos más. -Dijo Luna, diablos necesito orinar pero no me puedo mover ¿Ahora qué hago? Por suerte (O desgracia para mi) Alguien me llamó desde el primer piso.
-¡Tendero despierta que te necesitamos!
-Lo siento chicas, parece que abra que moverse. -Aunque disfrutaba la escena mis ansias de orinar eran más fuertes. Tras ir al baño y vestirnos salí a recibir a Chuck. -¿Qué pasa suegro? -Le dije en tono de broma, aunque no se lo tomara del todo bien.
-Ven. -Esto me da mala espina.
-¿Para que lo necesitas papá? -Preguntó Carla al verlo.
-Por lo visto los granjeros en los campos tuvieron un problema y pidieron al tendero. -¿No deberías llamar a los guardias o el alcalde cuando tienes un problema? Empiezo a pensar que igual esto no es trabajo de un tendero, al escuchar esto Rosa me arrastró de vuelta adentro mientras las chicas hablaron al unísono.
-Iremos nosotras en su lugar.
-La gente pidió al señor tendero así que...
-¡Él no va! -Dijeron enojadas, en ese momento el guardia me miró pidiendo ayuda, pero yo solo pude encogerme de hombros.
-Ok... pero ¿Por qué? -En eso Carla respondió.
-Cada que va a "solucionar un problema" vuelve con una chica nueva y ya somos muchas. -Te diría que no pero ya pasó dos veces seguidas... empiezo a pensar que eso es solo una excusa para incluir nuevas chicas...
Al final terminé quedándome en la tienda junto a Luna, quien no puede salir en su forma fantasma, después de todo, alguien tenía que atender el local, el día fue tranquilo, clientes venían, clientes intentaban regatear y terminaban pagando más que el precio original (valiente pero no muy inteligente intentar regatear conmigo) incluso llegó el general Donovan quien venía buscando algo para el cumpleaños de Layla, por suerte, el otro día fui a buscar algunas cosas y traje algunos collares ( en parte para regalarle a las chicas) aunque también traje algunos extra para ver si se vendían.
-En serio me salvaste pero ¿Cómo puedes vender tales piezas a tan bajo precio? -Preguntó el general.
-Digamos que conozco la gente indicada. -No pienso decirle que la joyería moderna se produce en masa en fabricas.
Mientras barría un poco una chica de la raza enana (aunque prefieran el término Gente de montaña) entró a la tienda, esta se puso a revisar las cosas mientras Luna la veía con cierto recelo y siendo justos, razón no le faltaba, la chica en cuestión poseía pelo enrulado, piel ligeramente morena, así como unas caderas anchas con trasero de durazno que realmente llamaba a la vista y un busto más que generoso, era una short stack al 100%.
-Disculpe señorita ¿Puedo ayudarle en algo?
-Sí ¿Conoces a una mujer de montaña que se casó con un granjero? -Que se casó con un granjero... en ese momento recordé que una de las chicas que era escolta antes y se quedó a ayudar con el gimnasio de MMA... creo que se llamaba Mary.
-¿Te refieres a la mujer de montaña llamada Mary?
-Sí, esa misma. -Dijo sonriente la muchacha.
-Vive al final de la cuadra, aunque creo que ahora está en el trabajo ¿Por qué la buscas?
-¿Cómo que por qué? Mi hermana se casa con nada más y nada menos que un granjero y ni nos avisa ¡¿Quien hace eso?! Si fuera yo no habría perdido la oportunidad de presumirlo. -Que familia...
-Espera ¿Son hermanas? -Tomando en cuenta que ella tiene tez más clara y pelo rojo me cuesta un poco creer.
-Mismo padre diferente madre.
-¿El tipo tiene dos esposas? -Dije arqueando una ceja.
-Tú tienes 3 y nadie te reclama por ello. -Dijo Luna desde el mostrador.
-Ese es un buen punto...