Capítulo 35: Retribución.

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Gracias a la camioneta nos movimos más rápido que con la carreta, lo que había tomado un mes a caballo, nos tomó poco más de 12 horas de viaje en esta, aunque tuvimos que detenernos a descansar a mitad del viaje, lo que nos dejaba un mes para prepararnos, afortunadamente, ya tenía una idea de lo que iba a hacer, por lo que me dediqué a enseñar y equipar a los soldados.

Mientras me encargaba de eso, los comerciantes comenzaron a volver, por más quela guerra se acercara, no se sentía ningún miedo en lo absoluto, después de todo, lo que teníamos preparado era mucho más que suficiente.

El día finalmente llegó, las tropas enemigas se encontraban rodeando el territorio, pero yo me mantenía tranquilo, nos superaban en 1000 a 1 y nuestras ciudades no eran demasiado fortificadas, algunos soldados temblaban ante la abrumadora diferencia, pero Dutch los mantuvo en calma.

-Confíen en su rey ¿Cuántas veces a logrado lo imposible ya? -Dijo sin dudar, por su puesto, yo también me uní en este asalto, incluso Eduardo estaba listo para pelear por sus creyentes.

La primera legión de 5000 soldados entraron hacia el territorio mientras su capitán observaba confiado por la enorme diferencia de números incluso entre nosotros y esa legión... cinco minutos más tarde, los soldados corrían despavoridos desde el interior mientras sonaban las explosiones, huyeron aterrados hacia el pelotón principal.

-¡D... dragones! -Decían aterrados, nosotros manteníamos la posición en calma, en ese momento, el ejercito entero se lanzó a la carga, inundaban el bosque y el camino, pero ya estaba preparado, aquellos que entraron por el bosque avanzaban hasta que de pronto, una estruendo de colores los lanzó al suelo, después de otro y otro, el ruido, los destellos y el fuego rompía la formación mientras caían unos sobre otros, aplastándose entre ellos y huyendo en algunos casos, otros eran menos afortunados mientras recibían de frente la bola de fuego que los derribaba y en algunos casos hasta los prendía fuego, el caos no se hizo esperar mientras además, Raúl y la retroexcavadora derribaban gente con el golpe de su garra, los del camino no fueron tan afortunados, pues era una ruta estrecha y yo tenía una camioneta, su cuerpos volaban sobre el parabrisas cual zombis de videojuego, admito que se sentía algo enfermizo, pero esta era una guerra, una cuestión de matar o morir.

-¡No retrocedan! -Gritaba el comandante enemigo mientras veía a sus tropas sin saber que hacer, pero incluso si lo intentaban, el territorio ya estaba rodeado por los refuerzos, el imperio Mecha y la asociación de comercio, buscando evitar la crisis de la última vez, había enviado una tropa de 10.000 soldados y mercenarios entre ambos, así como 5 de sus fortalezas de guerra con arqueros colocados, los cuales atraparon por la espalda a un ejercito despavorido y desmotivado, que se enfrentaba por primera vez a un infierno de luces y ruido estridente, cabe aclarar que no tenían oportunidad, incluso si los fuegos artificiales se nos acabaran, el sistema de sonido instalado permitiría mantener el caos en sus tropas y la aparición de un segundo "Dragón" que expulsaba fuego (A esta la llamé Lucy) sin duda los tenía a raya.

La batalla duró poco más de 10 horas y no hace falta mencionar que fue una victoria aplastante, una masacre unilateral me atrevería a decir, los generales fueron atrapados y se enviaron a soldados del ejercito enemigo para enviar el mensaje "la alianza del Reino D será pequeña en territorio, pero posee el mayor poder armamentístico y una alianza con el mayor imperio del continente."

Un mes más tarde, un emisario del rey de Shirone vino con un tratado de paz donde ambas naciones ofrecían no atacar a la otra, mi respuesta "Quiero el 20% oeste de su territorio" así expandiría mi reino a las tierras que la rodeaban. Teniendo ya preparada una armada con aún más poder para invadir en caso de que me rechazaran y dispuesto a ceder el otro 80% de Shirone a Mecha a cambio de su ayuda, por suerte, en cuanto el emisario vio los misiles construidos a base de fuegos artificiales y el poder armamentístico (incluso logré tramitar para comprar una gatling hecha con un artesano que hacía pocas preguntas por el precio correcto)  cedieron antes mis exigencias, tras traer la respuesta del rey unos meses más tarde.

Después de eso fue cuestión de presentar  mi notariado a los nobles y pueblos, eliminando la iglesia de los dioses dragón y convirtiendo los pilares en propiedad de uso público y gratuito para todo aquel que deseara desbloquear su talento, aunque ahora el papel tenías que comprarlo y Raúl (por petición de él) instauró su religión de los dragones de hierro (creo que sólo era una excusa para tener sexo y dinero pero no le voy a recriminar)

Así fue como comenzaría por los siguientes meses una misión de modernizar los territorios adyacentes, permitiendo que aquel reino poco a poco se volviera más próspero, aunque los nobles del viejo reino se intentaron oponer, la verdad es que aquellos que se opusieron al cambio de mandato simplemente fueron exiliados y la gente poco a poco se iría teniendo más cariño a su nueva nacionalidad como parte del reino D(aún sigo pensando el nombre)...

Mi gran mercado en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora