Ya han pasado diez años desde la primera vez que llegué a este mundo y aún así, lo recuerdo como si fuera ayer, la incredulidad de ver el mundo extenderse ante mí, el miedo a lo desconocido o la alegría de por una vez en la vida, tener una victoria, ha llovido mucho desde ese día, desde el balcón de mi cuarto en el ahora palacio real de mi reino puedo verlo claramente.
Finalmente Selina descubrió cómo fortalecer la cerámica lo suficiente para usarla como material de construcción y le ha dado a la joven maga fama a nivel mundial, aunque no es tan flexible, supongo que eso hace que no me meta en el nicho de mercado de las armas y herramientas que tenían los granes comerciantes de Mecha. Gracias a nuestros avances este joven reino se volvió uno de las principales potencias, no sólo en comercio, sino también en tecnología y gracias a nuestro acuerdo con Mecha, nos han dejado ser sin invadirnos.
Lo avances en la tecnología de globo aerostático aceleró el transporte y comercio, tuve que modificarlo un poco para hacerlo casi tan rápido como un avión viejo, pero funcionó, igual que los motores de vapor, que remplazaron a los caballos en este reino y nos permitió producir más en menos tiempo, incluso logramos crear plantas de drenaje que acumulan el metano y lo encapsulan para poder usarlo en estas máquinas, podría decirse que aquí no se desperdicia nada. También desarrollé un poco la hidráulica, creando grúas de agua, aunque pensé que pondría en peligro el pequeño "negocio" de Raúl, parece que no fue así.
-¿En qué piensas? -Dijo Undyne mientras me abrazaba por la espalda.
-Nada realmente... sólo recordaba el pasado. -Ella besó mi mejilla mientras mirábamos por el balcón.
-¡¿Qué les dije de jugar en el barro?! -Gritó Rosa en el patio.
-Perdón mamá... -Respondieron apenados dos niñas y un niño... mis hijos... aunque ella, Undyne y Luna no pueden quedar embarazadas de mí, Selina, Layla y Carla sí, no hace falta mencionar que apenas nacieron varios nobles y comerciantes de todo el mundo ofrecieron comprometer a sus hijos, aunque quiero esperar a que ellos elijan alguien en el futuro, dudo que sea posible por las características de su posición...
Mientras que el patio delantero de la mansión se volvió un puerto de globos para transportar largas distancias o enviar palomas mensajeras con los encargos, el jardín de atrás sigue siendo un sitio para que podamos disfrutar.
Renzo y Royce ya no viven aquí, los hermanos de Rosa, tras completar su entrenamiento terminaron por heredar las tiendas de sus maestros, ahora los hijos de estos últimos son su nuevos aprendices, Royce comenzó a salir con la hija de Layla hace un tiempo y Renzo parece que se ha estado viendo con una de las chicas de la tribu de las montañas que vive en aldea Granjero, aunque lo niega cada que le preguntamos.
El resto del territorio pudo ser desarrollado gracias a las innovaciones que fui implementando y gracias a ello incluso nació una nueva especie a partir de los endrinos (ciervos de piel negro con astas que parecen cristal pese a su dureza) una de carne más blandas y cuernos más colorido aunque frágiles llamada los arceoirtis, sus carne se come y sus cuernos se rompen para vender como imitación de joyas, por lo que han logrado tener su propio mercado.
Viendo todo aquello decidí bajar al patio junto a mi familia.
-¡Papá! -Dijeron los niños mientras se acercaban a abrazarme.
-¿Cómo dormiste? -Preguntó amablemente Rosa.
-Bien, gracias por preguntar.
-Espero que hayas recuperado bien tus energías. -Me susurró al oído Luna, tal parece que la marioneta de carne que le dieron no envejece, por lo que su cuerpo se ve exactamente igual que el primer día que Sellin se la dio.
-¿En serio? -Por suerte Undyne se le acercó.
-Tranquilo, si no puedes con ella, yo jugaré en tu lugar. -Dijo mientras la abrazaba desde atrás.
-Supongo que pasó un tiempo, así que debería hacerme cargo. -Dije mientras miraba a las chicas. Realmente jamás pensé que podría llegar a sentir este tipo de felicidad en mi vida.
Fin...