Capítulo 26: Nada vuelve jamás a ser igual

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Tras aquel destello aparecimos en medio de la plataforma de ejecución, allí, el mayor de los hijos de Donovan se encontraba con la la cabeza colocada sobre un tocón mientras levantaban el hacha, el miedo se veía claramente en sus ojos, aunque cuando aparecí, los ojos de todos se dirigieron a verme.

-Parece que llegué en una situación complicada... -Dije al ver la situación.

-S... señor tendero... -Dijo entonces el padre de la familia Donovan.

-Este lugar... ha pasado un tiempo. -Dije para mi mismo, pero en ese momento Chuck se acercó a la plataforma.

-Señor tendero... ¿Recibió nuestro mensaje?

-Me contaron algo de hacerme señor del territorio... aunque no quiero serlo, sólo quiero vivir una vida tranquila en este pueblo... pero visto lo visto eso no va a poder ser... Así que lo haré, tomaré el puesto. -En ese momento un vitoreo masivo se escuchó.

-Entonces... ¿Sin rencores? -Decía el mayor y asustado hermano Donovan, yo lo miré y arquee una ceja.

-Sabes, en estos tres meses aprendí algo... que los poderosos no se van a detener en su búsqueda de tener más poder. -En ese momento miré al ejecutor y asentí, el hacha bajó con rapidez y la cabeza de aquel noble se desprendió de su cuerpo, incluso si lo merecía, no pude evitar sentir nauseas por el asunto en cuestión, pero tenía que verme fuerte frente al pueblo.

-Pase el siguiente. -Dijo el verdugo.

-Respecto a eso, sólo tomaré la cabeza de quien trató de matarme, los otros serán exiliados... -En ese momento la multitud quedó en silencio.

-Mi señor... -Dijo Chuck, yo por mi parte me acerqué al padre de la familia, sus viejos ojos no perdían el asombro mientras yo me sentaba en la escalera y decía con tono calmado.

-Me querías como vasallo porque pensabas en el territorio y la verdad, era un sitio cómodo y el salario era bastante bueno... pero no puedes forzar a la gente, no importa la razón. -En ese momento miré al esposo de Layla con una mirada inquisidora. -Pero no creas que perdono tu traición todavía. -Layla por su parte se veía confundida.

-¿Qué? ¿Traición? ¿Qué está pasando? -Donovan bajó la cabeza, pero fue su padre quien lo dijo.

-Mi hijo cambió al tendero por mi bendición... aunque sólo quería que sacara el mayor de sus potenciales, me disculpo... 

-Lo sé.

-De haber sabido que mi hijo intentaría asesinarlo...

-Lo sé... -Pero la más sorprendida en ese momento fue Layla, quien al escuchar la historia miró a su esposo, quien no dijo ni una palabra para negarlo. Sin dudarlo un segundo se quitó el anillo del dedo y le dio una cachetada a su ahora ex-esposo.

-¿Cómo te atreves? Las vidas humanas... no puedo creerlo. -Dijo mientras se iba del sitio junto a su hija. Yo subí al podio una vez más.

-Sé que últimamente las cosas estuvieron un poco jodidas... pero prometo hacer todo lo que pueda para solucionarlo. -Tras aquello se escuchó un vitoreo de la multitud mientras la familia Donovan se iba por la puerta de atrás.

Mudarme a la mansión del señor feudal no fue difícil, no traía mucho conmigo, lo difícil fue lo que vino después, parado frente a la antigua tienda, mi corazón latía a mil por hora, quería entrar pero... ¿Sería capaz? Al final respiré largo y profundo y junté todo mi valor para entrar...

Mi gran mercado en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora