Parte 3: Asesoría Legal

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Aunque nos costó al inicio acostumbrarnos al nuevo cuerpo de Luna, le agarramos el truco más temprano que tarde, aunque claro, puede tener su propio cuerpo, pero aparentemente la maldición que aumentaba su libido seguía ahí, al punto que una "embestida" era suficiente para que ella se corriera. Durante estos días la señorita maga también se veía un poco más decaída tanto en el trabajo como sus investigaciones y yo por mi parte seguía con mi rutina de siempre, ese día, como solía pasar cada fin de semana tuve que ir a renovar el stock, ahora que comerciantes de todo el mundo venían a comprarnos necesitaba mucho más que antes. Mientras cargaba mi carrito hasta el tope escuché entonces una voz familiar.

-¿Marcos? ¡Que coincidencia! -Al mirar hacia el lado se confirmaron mis sospechas, se trataba de Yamila, mi ex, quien venía acompañada de un tipo extraño con traje.

-¿Tú de nuevo? -Dije con cierto disgusto.

-Que coincidencia vernos aquí. -Coincidencia mis huevos, se suponía que vengo a esta tienda porque está alejada de tu casa.

-Estoy trabajando, así que no puedo quedarme a charlar. -Dije con cierto enojo.

-No seas así, mira te presento a mi nuevo novio, Ramiro, es un abogado que trabaja en una firma muy importante. -Como si me importara.

-Un gusto, ahora nos vemos. -Dije mientras trataba de irme.

-Hey, no deberías ser así con ella. -Se quejó el tipo a su lado.

-Mira, no quiero tener nada que ver con ella, ni contigo, ni con ningún estúpido e intrincado plan de esos que tanto le gustaba hacer para manipular a la gente, ahora debo volver al trabajo. -Dije mientras trataba de volver a mis asuntos, pero en ese momento el tipo me dio la vuelta y cuando fue a atacarme, me moví por el costado para aplicar el derribo que Rosa me enseñó el otro día, tarándolo rápidamente al suelo.

-¿Me acabas de atacar? -Dijo el supuesto abogado.

-¿Qué?

-Todos lo vieron, me atacaste y derribaste, esto podría derivar en una denuncia clara. -Pero en ese momento una voz que venía desde la tienda habló.

-Por lo que muestran las cámaras fuiste tú quien atacó a nuestro cliente y no solo eso, también muestra el momento que sacaste el cuchillo para atacarlo, ataque e intento de asesinato, dos cargos muy pesados y contra una cámara, ni el mejor abogado puede. -Al ver desde donde venía la voz, me encontré a la cajera, de proporciones moderadas, piel oscura y cabello enrulado negro. -Puedes llevar esto a la corte y terminar con una contrademanda por injurias y asalto o no volver a acercarte a este tipo y que muera aquí. -En ese momento el tipo se levantó y tratando de conservar su orgullo se fue junto a Yamila.

-Te debo una. -Dije a la cajera, ella sonrió.

-Ni lo menciones, es parte de mi trabajo. -Dijo mientras volvía adentro.

Unas horas más tarde volví al supermercado, la cajera en cuestión estaba terminando su turno, por lo que me acerqué.

-Oye, con respecto a lo de esta mañana, te traje esto para agradecerte. -En ese momento le entregué una bolsa de papel (que en realidad era de esta misma tienda) la mujer la abrió y sonrió.

-¿Masitas dulces?

-Son más baratas que contratar un abogado. -La mujer sonrió.

-Sí que lo son.

-Aunque en serio, gracias por ayudarme.

-No te preocupes, como estudiante de derecho odio a los tipos que intentan hacer con la ley lo que les venga en gana.

-¿Eres abogada?

-Solo es mi segundo año, así que aprovecha, porque tras recibirme mis honorarios no serán en dulces horneados. -Dijo sonriente.

-Lo tendré en cuenta...

Mi gran mercado en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora