Capítulo 17: ¿Ahora qué?

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Claramente estaba entre la espada y la pared (literalmente) el espacio era reducido por lo que no podía correr, pero eso podría darme ventaja contra sus armas... sin embargo eso no era del todo seguro, tenía que hacer tiempo hasta que pudiera encontrar la forma de escapar, pero el tipo frente a mí claramente era fuerte.

-Prometo hacerlo rápido, así que no te resistas. -En cuanto se adelantó, rápidamente lancé una patada frontal que lo obligó a retroceder, la puerta seguía trancada por lo que no tuve otra opción más que lanzarme por el derribo, pero cuando fui a tomar sus piernas, me recibió con un rodillazo en la cara y con una patada frontal me empujó hacia atrás, dejándome contra la pared y con ambas cuchillas sobre mi cuello.

-Eres fuerte, si esto fuera una pelea a puño limpio puede que incluso me lo hubieras puesto difícil, pero yo no estoy usando mis puños y esto no es una pelea. -El filo atravesó ligeramente mi piel y un hilo de sangre caía desde mi cuello, claramente un movimiento ligero y estaba muerto. -¿Unas últimas palabras?

-¿Cuanto? -Fue lo único que alcancé a decir.

-¿Qué? -Fue en ese momento que la espada dejó un poco de margen, la verdad eso lo había dicho casi que por instinto, pero puesto a esta situación, creo que se me acababa de ocurrir una idea.

-¿Cuanto te pagaron por matarme? -El asesino sonrió.

-Chico ¿Te piensas que voy a retractarme porque me digas "Te pagaré el doble si me dejas vivir"? No seas ingenuo, si lo hiciera arruinaría mi marca. -Carajo, esto me dejaba sin opciones, pero por suerte, negociar es lo mío.

-Entonces... ¿Qué tal el doble por fingir que me mataste?

-¿Qué?

-Dime una cosa ¿Realmente crees que ese noble visita el pueblo de sus plebeyos?

-Así que dices que me pagarás y te esconderás fingiendo que estás muerto.

-Sólo tengo que llegar allí para recoger mis cosas, te puedo pagar entonces.

-¿Cómo sé que no usarás ese tiempo para escapar?

-Si tienes donde puedes encerrarme y te daré mi dirección, puedes tomar el oro tú mismo.

-Entonces podría terminar llevándome más e incluso dejándote encerrado ¿Por qué confiar? -Yo sonreí.

-Al menos una de las partes tiene que hacerlo. -Un truco clásico si te ofreces a estar en una posición desventajosa, la otra parte usualmente pensará que hay una trampa y que tu objetivo era estar allí, por lo que cederá.

-Muy bien, confiaré en ti y te llevaré a esa aldea. -Esa noche le pusieron mi ropa a un muerto que trajo el asesino y comenzó un incendio mientras partíamos a la aldea en su caballo. Tal como acordamos, se le entregó el doble de su pago habitual (unas 20 monedas de oro) y este partió de vuelta a la mansión. -Les diré que durante la fiesta algo se salió de control y moriste en el incendio.

-Se lo agradezco.

-Sigue siendo parte del trato.

-Aún así, gracias. -Antes de irse el asesino me miró por última vez.

-Un último consejo, te recomiendo abandonar este territorio, aunque mi cliente no suela visitarlo, tarde o temprano se enterará si sigues vivo. -Tras aquellas palabras partió al galope mientras yo me quedaba pensativo, ya era algo tarde (cerca de las 9) por lo que entré al pueblo tratando de hacer el menor ruido posible y me dirigí a la tienda, allí, ya acababan de cerrar, por lo visto Selina le tocó cocinar en lo que no estaba y tanto Carla como Rosa acababan de volver del trabajo, al entrar todas me miraron.

-Hola chicas... perdón por llegar tarde. -Rápidamente todas se lanzaron encima mío.

-Cuando te vayas tanto tiempo al menos avisa que estarás lejos. -Se quejaba Rosa.

-Lo siento, una pequeña negociación se me salió de las manos. -Dije mientras acariciaba su cabeza, tras unos momentos nos levantamos y fuimos a cenar todos juntos, como de costumbre, era una noche animada, todas habían hecho cosas interesantes y yo por mi parte, opté por omitir la parte del asesino.

-En serio ¿Qué carajos le pasa a ese tipo Donovan? Tratar de cambiarte por la mano de la alcaldesa como si fueras una cabra... -Se quejaba Carla.

-Aún así... siento que les debo una disculpa.

-¿Por irte sin avisar? -Preguntó Luna.

-No... en mi mundo uno suele pasar varios años antes de casarse, aunque este no es mi mundo y siento que las eh estado teniendo en un limbo que les debe haber hecho sentir terriblemente, por eso... lo siento. -Dije mientras bajaba la cabeza, hubo unos segundos de silencio hasta que Rosa habló.

-Los lobos no tenemos esa costumbre humana del casamiento así que no me molesta ¿Ustedes chicas? -Carla negó con la cabeza.

-Si me cazara tendría que dejar mi trabajo y seamos justos, no viviría tranquila sabiendo que la seguridad de mis hijos está a cargo de esa manga de inútiles que llamo mi escuadrón. -un poco rudo con sus soldados.

-Yo lo prefiero así, viví sola mucho tiempo, por lo que me divierte vivir con todas y también hacer eso con todas... -Dijo mientras comenzaba a masajear las tetas de Selina.

-Yo... sólo había venido a estudiar magia... pero ahora sin eso no me puedo concentrar así que... realmente es más como desestresarme. -Decía mientras su cara se ponía roja y Luna seguía jugando con ella en plena mesa.

-Además, si te casaras tendrías que hacerlo solo con una y la verdad... dudo que ninguna pueda lidiar con tu libido sola. -Dijo Carla.

-Creo que incluso entre las cuatro no podemos. -Agregó Rosa mientras bajaba la cabeza.

-Chicas... claro que lo hacen, cada noche quedó totalmente satisfecho. -Dije tratando de que no se sientan mal, pero en ese momento Carla golpeó la mesa.

-Marcos... esto es un asunto de orgullo ¿No te sentirías mal si no logras hacer que tu pareja alcance el orgasmo? -Sería un golpe al ego muy fuerte, fue entonces que Luna intervino también.

-Por eso hoy, hasta que ya no se le pare, vamos a exprimirlo. -Fue entonces que vi un brillo peligroso en sus ojos.

Nos acostamos a las 22:00 hs aproximadamente y no nos dormimos hasta las 8:00 a.m. del día siguiente, aunque esta vez, por primera vez en mucho tiempo, quedé sin nada guardado.

-Definitivamente necesitamos una quinta chica. -Dijo Carla.

-Puede que también una sexta. -Agregó Rosa.

-¿Puede ser una elfa? Me gusta su pelo rubio y se dice que tienes conocimientos profundos de magia, por lo que podría pedirle ayuda en mis estudios durante el día. -Dijo Selina.

-A mi me gustaría una de estas chicas de las mujeres de montaña, son pequeñas y tiernas, es como tener una muñeca que gime. -Dijo Luna.

-Entonces podemos buscar una mujer de montaña mitad elfo como siguiente novia. -Dijo Rosa.

-Y de busto pequeño, me gustan más así. -Dijo Carla.

-¿En serio están decidiendo como quieren que sea mi próxima novia?

-no decidimos como será nuestras próximas novias. -Dijo Luna.

-Al fin y al cabo, por algo nos divertiremos todos juntos. -Agregó Carla mientras besaba mi mejilla.

Ese día nos quedamos en la cama discutiendo el asunto, aunque en mi mente seguían resonando las palabras que dijo el asesino "tarde o temprano se darán cuenta que sigues vivo si te quedas en este pueblo..." eso significaba que el pueblo entero podía estar en peligro.

A la mañana siguiente abandoné el pueblo dejando atrás sólo una nota que les explicaba a las chicas la situación y terminaba con una simple frase "no intenten buscarme, sean felices y vivan sus vidas..." seguido de un "las amó" que terminé borrando para tratar de que me olviden...

Mi gran mercado en otro mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora