La noche anterior la diosa volvió a visitarme después de terminar de jugar con las chicas, aunque agradezco su aporte, el haber duplicado mi libido y aguante realmente complicó bastante mi vida (Aunque gracias a ello puedo manejar a las 4, aún termino sin estar del todo saciado a causa de que ya me había acostumbrado al 4vs1) lo que hace que los días que no me visita después se sientan como que me quedo a medias. Mientras preparaba el desayuno para todos, El panadero y la boticaria entraron en la tienda acompañados de Renzo y Royce (los hermanos de Rosa) como era costumbre, podían tenerlos como aprendices de lunes a viernes, pero los fines de semana tenían que traerlos de vuelta.
-Buenas tendero ¿Qué tal el negocio? -Dijo George el panadero.
-No me puedo quejar ¿Se divirtieron niños? -Renzo asintió con una sonrisa.
-El pan huele muy rico cuando sale del horno. -Aunque me preocupaba este modelo al principio, supongo que el ambiente de esta casa... igual no es el mejor para los niños.
-Estamos preparando el desayuno ¿Por qué no se nos unen? -Tras esto los cuatro se unieron en la mesa mientras ponían los platos, mientras esto pasaba, Donovan entró a la tienda junto a la hija de Layla.
-Marcos, necesitamos tu ayuda en algo.
-Debería comprar una cerradura. -Dije viendo como literalmente todos entran en mi casa cuando se les da la gana.
-Por favor esto es serio. -Al final solté un suspiro.
-Bueno ¿El asunto puede esperar hasta el final del desayuno?
-Supongo... -Después de comer los tres niños salieron a jugar al patio, mientras Luna los vigilaba Donovan y yo nos sentamos en la cocina para hablar.
-Muy bien ¿Cuál es el problema?
-¿Recuerdas el asunto de las granjas y pueblo Tendero?
-Sí... creí que ya lo habíamos solucionado.
-Sí, además de que ahora la gente está tan motivada que produce casi que el doble que este pueblo.
-Entonces...
-El problema esta vez vino de parte de las mujeres.
-¿Las mujeres?
-Ahora que los rumores se empezaron a extender de un pueblo de granjeros que buscan mujeres de montaña con las que casarse, las migraciones se han vuelto problemáticas, aunque en su cultura la poligamia está permitida, muchos humanos se niegan a ello, haciendo un desbalance, pero ahora con más mujeres que hombres...
-¿O sea que estamos como al principio?
-Básicamente.
-Entonces la solución es fácil. -Dije mientras me recostaba sobre mi respaldo.
-¿Disculpa?
-¿Te gustaría tener un tercer pueblo productor?
-Como a todo noble. -En ese momento sonreí.
-Vayamos a pueblo Tendero. -Tras un viaje a caballo y descansar en el pueblo vecino por llegar tarde decidimos visitar la casa de la hija de Guzmán y su ahora esposo ( o novio, la verdad no sé).
-¿No es usted el amigo de mi padre? ¿Qué hace aquí? -Preguntó al vernos llegar.
-Precisamente por eso, necesitamos una forma de contactar a tu padre para que nos ayude en un problema reciente.
-¿Es sobre el exceso de mujeres? -Preguntó.
-¿Ya lo sabías?
-No estoy ciega, nuestra granja ha ido bien, padre nos dejó fertilizantes y varias semillas, por lo que mi amor terminó por extender un poco la granja... aunque aún no decidimos la fecha de la boda. -Siento que la gente en este mundo avanza bastante rápido.
-Como sea, supongo que entonces querrías ayudarnos a solucionarlo. -Ella asintió.
-Ya más de una quiso venir y ofrecerse a unirse a nuestra relación, por eso me aseguré de que no le quede nada para otras mujeres si sabes a lo que me refiero. -Entiendo y a la vez envidio un poco a ese tipo.
-Como sea ¿Cómo lo contactamos? -Ella entró a la casa y sacó un ave.
-Sólo escribe tu mensaje y él lo enviara. -Dijo sonriente, tras esto anoté la carta en cuestión, tomando en cuenta la actitud de los hombres de montaña terminé por enviar un mensaje simple "El señor feudal del ducado de Donovan quiere contratar colonizadores, se te ofrecerá un terreno para construir una granja y cultivar para pagar tus impuestos, los colonos tendrán una modalidad de trabajo autónomo, por favor, pásalo a todos los hombres de montaña cuyos negocios no estén saliendo bien." Tras esto lo lleve a la joven que estaba ayudando en el campo a su pareja para que lo envíe a su padre.
-¿Crees que funcionará? -Dijo Donovan, yo sólo me encogí de hombros.
-Los hombre de montaña son orgullosos pero les encanta trabajar, igual si lo ofreces como trabajo lo aceptarán... supongo...
