-Entonces cuando tu oponente ataque tu te mueves por el costado y trancas tu pie con el suyo aquí antes de empujarlo. -Decía Rosa mientras mostraba una técnica en la que esquivaba un golpe para ponerse al otro lado y derribarme. -Sencillo. -Agregó con una sonrisa mientras me ayudaba a levantarme.
-Supongo, aunque tendré que practicarlo bastante. -Dije mientras me levantaba del suelo, como de costumbre después del trabajo había venido al gimnasio, ya no era del todo necesario, pero me servía como una manera de mantenerme en forma, además, tener una chica linda apretándose contra mi cuerpo y envolviendo sus piernas en mi para aplicar un agarre es una sensación extrañamente placentera. Después de terminar el entrenamiento con 3 rounds de bolsa (sí, también les traje guantes para esto hace tiempo) suelo volver junto a Rosa y Carla hacia casa.
-Esta vez si que fue intenso. -Decía Carla mientras nos dirigíamos a la casa de baños.
-Tengo hambre. -Agregaba Rosa.
-Prepararé la cena cuando volvamos ¿Qué les gustaría para cenar? -Dije sonriente.
Después del baño volvimos, esta vez y por petición popular tocaban hamburguesas al plato, mientras iba hacia el fondo donde en el pequeño jardín que la chica maga había plantado (Quien se llama Selina pero tardó demasiado en decirnos su nombre) en este además de sus "hierbas mágicas" había también condimentos entre otras plantas, por lo que salí por un poco de perejil para condimentar cuando al salir al patio trasero, un extraño hombre de piel blanca como la ceniza y con marcas similares a un esqueleto negro tatuado sobre todo su cuerpo apareció.
-Buenas. -Dijo el tipo.
-¿Al menos me dejas sacarle el chip?
-No voy a robarte el celular. -Momento ¿Sabe lo que es un celular?
-Ok, no mucha gente caza mis referencias aquí ¿Quién eres?
-Mi nombre es Sellin, soy un vudú. -¿Otra vez con lo de los magos? Invéntate algo nuevo autor.
-No voy a batirme en un duelo de "magia" porque escuchaste historias raras por ahí. -El supuesto mago arqueó la ceja.
-No soy un mago, a decir verdad, ni siquiera soy humano, como dije, soy un vudú. -Ok, supongo que sí es algo nuevo.
-¿Y qué lo trae al patio de mi casa señor Vudú? -El hombre desvió la mirada con cierta vergüenza.
-Bueno... hace tiempo pasé por aquí y maldije a la hija de un hombre, hasta ahí todo bien. -Sí... no sé que tan bien.
-Como sea, luego... bueno... había una chica y... digamos que no me tomé del todo bien cuando dijo que éramos "solo amigos" ¿Me entiendes?
-Creo que sí.
-Como sea... no fue lo más maduro de mi parte pero... maldije esta tierra con 56 plagas que asolaron por diez años. -El procedimiento estándar ante un rechazo.
-No me malentiendas, no los maté porque sí, es que a esta Undyne... la chica en cuestión le gustaba el duque de ese momento y eso.
-Sigo sin entender que tengo que ver en esto. -En ese momento Luna salió al patio.
-¿Quien carajos es este tipo?
-¡Ah! Ella es la que venía a buscar, verás... como las plagas aceleraron la maldición original y eso, supongo que tras reflexionar un poco venía a pedir disculpas por... matarte y eso. -No creo que uno pida disculpa por maldecir, matar y condenar la eternidad de una persona, pero como solo soy tendero mejor me callo.
-Tu cara me suena, pero no sé de donde... -Decía Luna, pero Sellin terminó.
-Como sea, para disculparme vine a dejarte esto. -En ese momento desde una bolsa en su cinturón que se abrió de forma masiva salió un cuerpo humano adulto, de busto más que considerable, cabello rojo, ojos azules, caderas anchas y ligeramente rellenita, en pocas palabras Thick. -Ya que no pudiste crecer, al menos esto debería servirte. -En ese momento Luna se acercó y tocó ligeramente el cuerpo, tras unos minutos se metió y se mostró sorprendida.
-Puedo sentir...
-Sí, está hecho para eso, aunque puede dejarlo cuando quieras, no te recomendaría hacerlo mientras estás afuera.
-¿Con esto puedo salir de la casa?
-En teoría. -Dijo Sellin, tras unos momentos las chicas salieron al patio.
-¿Qué pasa? Espera ¿Quién es ella? -Dijo Carla al ver la nueva chica.
-Chicas soy Luna.
-Espera ¿En serio?
-Sí, recibí un cuerpo de él... -Pero al mirar hacia atrás, Sellin ya había desaparecido.
-¿De quien?
-No importa. -Dije al entender un poco la situación.
-Lo importante es que ya no necesito que Selina me preste su cuerpo nunca más ¿No estás contenta? Ya no tendrás que forzarte a participar en nuestras orgías de los fines de semana y yo aún podré hacerlo. -Dijo alegre Luna.
-Sí... que alegría... -Dijo algo decepcionada la maga...