Una semana pasó hasta que todo estuviera completo, los campos habían sido preparados y la cerca estaba lista, probablemente tendría que expandirla dentro de dos años, pero dejaré esos problemas para el futuro. Equipados con sus herramientas y con una dotación de semillas más que decente, los habitantes de la nueva aldea no perdieron el tiempo y comenzaron a trabajar de inmediato. Por mi parte, comencé los preparativos para adaptar el primer piso a un gran mercado, con el apoyo de los granjeros que aceptaron crear un sector agrícola, así como la gente de pueblo tendero quienes tendrían el monopolio de la plaza de comidas comenzamos a preparar la separación de zonas para el supermercado de la primera planta. También estuve viendo para expandir los caminos cercados e incluso comencé a construir una suerte de tren para este trayecto, bueno, más correcto sería decir que compré una camioneta a la que le conecté varios vagones para crear un tren rápido improvisado, aunque hasta que tenga los caminos, será mejor dejarla sin conectar.
Pero lo más importante, es que finalmente había llegado el día, en una mesa redonda en una de los cuartos del primer piso me encontraba yo y Undyne a mi espalda mientras que frente a mí estaban Rosa, Luna, Carla y Selina (La maga).
-Les agradezco que vinieran. -Dije con una ligera sonrisa.
-Tengo que volver al trabajo así que por favor sé rápido. -Dijo Carla con seriedad, yo asentí.
-Primero que nada, quiero disculparme...
-Eso no cambia lo que hiciste. -Dijo Luna con enojo.
-Lo sé y tampoco espero que lo olviden, pero espero al menos entiendan que trataba de protegerlas, sé que este pueblo es la vida para algunas de ustedes y no me parecía justos quitarle aquello que tanto significaba para ustedes por mis problemas. -En eso Rosa habló con molestia.
-Sabes que te hubiera seguido a donde sea, el pueblo era mi vida porque tú y las chicas estaban aquí.
-Ahora lo sé.
-Nos lastimaste, más de lo que cualquier viaje o asesino podría haber hecho. -Dijo Selina.
-Me arrepiento de ello cada día y juro que jamás volveré a lastimarlas.
-¿Cómo esperas que podamos creer eso? -Dijo Luna, en ese momento coloqué sobre la mesa dos objetos, un sello dibujado en tinta azul y una daga con el mismo sello dibujado en su filo.
-Con esto.
-¿Una daga y un papel? -Dijo Luna.
-Le pedí a Undyne que preparara esto, es un sello de vinculación, permite cambiar la posición de un objeto con el sello de viaje y colocarlo en el sello de aterrizaje. -Entonces Selina habló.
-¿Cómo esperas que esto cambie nuestra impresión? -En ese momento abrí mi camisa revelando el mismo símbolo en mi pecho.
-El lugar donde esa daga terminará si se rompe el sello de vinculación es mi pecho, esta marca no se borra ni con agua ni con nada, por eso les doy esto, si alguna vez llego a lastimarlas de nuevo, entonces rompan el sello acaben con mi vida. -Luna se veía desconfiada.
-¿Crees que creeremos en tu pseudo magia? -Miré a Undyne, quien trajo una vara con un sello similar, así como un jarrón con el sello en mi pecho y otro papel que completaba el juego, tras romper dicho papel, la vara desapareció y el jarrón se rompió, apareciendo en medio de este la vara antes mencionada. Esto llamó la atención de Selina mientras que Carla se mostró aún enojada.
-Las cosas no volverán a ser iguales sólo por esto.
-Lo sé... pero no quiero hacer borrón y cuenta nueva, quiero aprender de esto y tratar de ser mejor... de ser la persona que merecen...
-Yo... -En ese momento Carla notó la lágrima que caía por su mejilla, fue en ese momento que Rosa tomó su mano.
-La verdad... nosotras sí queremos que las cosas vuelvan a ser como antes, cuando éramos felices juntos. -En ese momento miró a Carla. -Todos juntos... -Fue en ese momento que Carla ya no lo soportó y rompió en llanto.
-Yo... yo... -Rosa acariciaba su cabeza.
-Ya... ya... -Una vez se calmó las chicas se acercaron a mí todas juntas y me rodearon, estaba temeroso de lo que próximo que dirían, pero tras intercambiar miradas Luna habló.
-La verdad queremos que esto vuelva a ser como antes de todo esto. -Ante esto Carla continuó.
-Por eso no necesitamos el sello. -Entonces Rosa.
-Sólo necesitamos saber que jamás nos abandonarás de nuevo.
-Lo juro por mi vida. -Dije sin dudar, en ese momento todas sonrieron y me abrazaron a la vez. -Me alegra tanto... -Dije con los ojos vidriosos, fue en ese momento que Carla apretó con fuerza.
-Yo tampoco quería seguir tan sola... -Y fue en ese momento que Luna mostró una sonrisa pícara en su rostro.
-En ese caso hay que recuperar el tiempo perdido. -Fue entonces que todas mostraron una sonrisa maliciosa.
-¿Esperen qué? -Jalándome de la mano Las chicas me comenzaron a llevar al segundo piso.
-Yo también quiero. -Dijo Undyne sonriente mientras las seguía, en ese momento Layla pasaba por el pasillo.
-Chicas ¿Se quedarán a cenar?... -Antes de que se diera cuenta Rosa tomó a Layla del brazo y la llevó con nosotros.
-Layla hazlo con nosotras también.
-¿Hacer qué? -Dijo preocupada la mujer.
En cuanto a lo que vino después, creo que ya se lo pueden imaginar. Estuvimos cerca de 8 horas seguidas sin parar allí dentro hasta que todas quedaron dormidas y mi amigo, completamente vacío.
-No pensé que se pudiera sentir así eso... -Decía Layla totalmente agotada y con una sonrisa bastante grande, fue en ese momento que Carla apoyó su pecho desnudo contra mi brazo y dejaba caer su cabeza en mi pecho.
-No nos dejes nunca más. -Yo acaricié su cabeza gentilmente.
-Lo prometo.
-Porque si lo haces te rastrearé y te cortaré el amiguito. -Ok ahora tengo miedo...